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jueves, 9 de abril de 2009

Ignacio Corsini se retira de la actividad artística en 1949

Pasa los años del retiro definitivo en compañía de su familia y rodeado del recuerdo de admiradores que lo saludan al reconocerlo por la calle

En la interesante biografía que nos dejara escrita el Dr. Ignacio Corsini (h.), nos relata como transcurrieron los últimos años de la vida del Caballero cantor.

Nunca más volvió a cantar profesionalmente desde su última actuación de despedida ante los micrófonos de Radio Belgrano, el día 28 de mayo de 1949.

En dicha oportunidad se despidió para siempre de su público cantando: “El arriero”, “Vengo a contarte mis penas”, “Soy un gaucho peregrino”, “La pulpera de Santa Lucía” y “Por el camino”.

Este año se cumplirán exactamente 60 años de aquel postrer recital radiofónico. Nos preguntamos si alguna vez aparecerá algún acetato de aquella última temporada que nos permita rescatar esos emocionantes momentos.

La única excepción fue hecha en el año 1959, cuando se presentó en el programa de televisión “Volver a vivir”, que por aquel entonces conducía la multifacética “Blackie” y Carlos D´Agostino. Recordamos que en aquella época la casi totalidad de los programas de televisión se realizaban en vivo, por lo que difícilmente haya sobrevivido alguna copia. No descartamos que algún admirador en forma particular pudiera haber registrado en un grabador de cinta abierta dicha presentación, pero hasta el momento no se ha detectado copia alguna.

Sin embargo, sobrevivieron una buena cantidad de fotografías que documentan aquella presentación y nos muestran un Ignacio Corsini de cabello cano, elegante, todavía esbelto y señorial en su estampa. Para aquella época contaba con 68 años de edad.

En aquella oportunidad sucedió un hecho histórico para todos los admiradores del caballero cantor, con el acompañamiento de Blackie al piano, entonó por última vez en público –aunque ya no profesionalmente-, las primeras estrofas de “La pulpera de Santa Lucía”. Su hijo evoca ese emotivo momento señalando que la interpretación despertó una gran ovación en el estudio, aunque “seguramente un gran velo de nostalgia y de tristeza” envolvió a Corsini en dicha oportunidad".

Fue un emocionante programa donde además participaron viejos amigos que se reencontraron con el cantor. Su nieto, el Dr. Eduardo Corsini, nos refirió en alguna oportunidad que aquella vez acompañó a su abuelo –siendo aún un niño- a los estudios del antiguo Canal 7 donde se realizó la transmisión y que presenció aquel acontecimiento jugando detrás de los decorados que estaban allí emplazados.

Su hijo recuerda aquellos años del retiro artístico señalando que Corsini comenzó a creerse olvidado y que su vida había entrado en un aislamiento y en el recuerdo del pasado: “parecía no poder desprenderse de su compañera muerta y de amigos y aconteceres de otros tiempos”.

Recordamos que su esposa, la actriz Victoria Pacheco, había fallecido en 1948, y esa fue una de las razones que mas pesaron para decidir su alejamiento del canto. En alguna oportunidad, durante su largo retiro, recordó a su esposa con estas palabras: “Deseo hacer constar que gran parte de mi triunfo lo debo a mi inolvidable esposa, la compañera de toda la vida; ella me alentó en las horas inciertas, y para ella guardo el cariño mas hondo de toda una vida…”

Si bien es un hecho cierto que Ignacio Corsini abandonó la actividad artística en forma terminante, sin dar cabida a posibles retornos, no obstante ello, muchos testimonios de personas que lo trataron en aquellos años nos refieren que no era raro, que a pedido de algún amigo o admirador, entonara alguna breve estrofa "a capella". Muchas veces hasta inclusive lo hizo por teléfono.



Otras referencias nos muestran a Corsini recibiendo en la puerta de su casa el saludo de admiradores que, aún pasados los años, concurrían a saludarlo y a pedirle les obsequiara alguna fotografía autografiada, o les regalara alguno de sus discos. Los testimonios señalan que Corsini siempre fue generoso en ese sentido.

Dejó escrito Corsini estas referencias autobiográficas de sus últimos años en 1964: “Vivo para mis recuerdos. El presente es sólo para mi un punto de ubicación para mirar atrás sin tristeza, pero con una dulce y profunda nostalgia”.

A la izquierda se puede observar un comentario publicado en 1954 en donde se comenta la reedición de discos que ya en aquel entonces se encontraban agotados. Llama la atención que incluso sus últimas grabaciones se encontraran también fuera de catálogo. El comentario fue publicado en la revista "La cumparsita" el 3 de junio de 1954.

Recordaba el coleccionista Angel Olivieri, que en una oportunidad estando de visita en casa del coleccionista Pascual Sanfino, se encontraban escuchando el tango “Que pare el baile”, interpretado por Ignacio Corsini, en un equipo que tenía muy buena amplificación y excelentes parlantes para la época. Corsini, que era vecino de Sanfino, y estaba en la puerta de su casa, escuchó desde la calle la grabación y se acerco al domicilio del coleccionista. Grande fue la sorpresa de ambos amigos cuando se encontraron con el mismísimo Ignacio Corsini quien estaba interesado en escuchar aquella grabación. Se pusieron a conversar y Olivieri le dice a Corsini que admiraba muchísimo su interpretación del tango “Chiqué”:

- “Casi me mata. No quería ni hablar de algunos temas”

Como es sabido Corsini no era muy afecto a los temas relacionados con el lunfardo. Olivieri recuerda que luego escucharon en silencio “El adiós” y en ese momento Corsini expreso “con un dejo de tristeza que se reflejaba en su rostro”:

- “¡Que época de oro!... cuantas satisfacciones me dio ese tema…”

Otras anécdotas lo recuerdan visitando en muchas oportunidades a los coleccionistas especializados en su discografía, a quienes había brindado su amistad, pidiendo que le hicieran escuchar alguna de sus creaciones, y en ciertas oportunidades incluso sorprendiéndose al redescubrir que había grabado obras que creía no haber interpretado nunca. Es que el catálogo de grabaciones de Ignacio Corsini es casi tan vasto como el de Carlos Gardel y abarca treinta y cuatro años de labor, sin contar el importante repertorio de su última década de actividad que nunca llegó a registrar en discos, y que contenía incluso una considerable cantidad de extraordinarias piezas compuestas por Blomberg y Maciel.

En una oportunidad, nos refería un recordado amigo, que por aquellos años de retiro artístico, Corsini un vez tenía interés en escuchar una grabación suya en especial, y había tomado conocimiento que un coleccionista tenía en su poder un ejemplar del disco en cuestión. Una mañana, se presentó a la casa de dicho coleccionista, a quien no conocía, y golpeó su puerta. La esposa atiende la puerta y se queda de una pieza al ver al Caballero cantor preguntando por su esposo. El coleccionista no podía dar crédito a sus ojos al ver a un cordial Ignacio Corsini, de quien era ferviente admirador, que acudía a su colección particular para “escucharse interpretar una obra”.

La fotografía que ilustra este breve comentario, quizá sea la última tomada a Ignacio Corsini posando en un estudio fotográfico, y muestra a Don Ignacio a los 73 años de edad. Es posible que existan otras fotografías posteriores tomadas en la intimidad de su familia.

Fuentes
- “Ignacio Corsini, Mi padre” – Dr. Ignacio Corsini h. - Todo es Historia. 1979
- “La historia del tango. Las voces del tango. Ignacio Corsini” – Roberto Selles y Ruben Pesce – Editorial Corregidor.1978
- “Historias de tango” – Angel Olivieri. Prólogo de Juan Carlos Esteban – Arrabal Ediciones Aql. 2005

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