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sábado, 19 de abril de 2008

Sus guitarristas

Ignacio Corsini (h.) recuerda al famoso terceto de guitarras: Pagés, Pesoa y Maciel
"Mi padre mantuvo con su fiel terceto de guitarristas, Pagés, Pesoa y Maciel, un estrecho afecto y compañerismo. En las giras viajaban juntos y comían en la misma mesa. Fue el único cantor que los tenía bajo contrato anual, trabajaran o no.

"Ellos me honraron con una relación como de hermano menor. Sobre todo Maciel, y particularmente Pesoa, me querían mucho. Los acompañé en giras por las provincias y a las actuaciones en cines-teatros de los barrios.

Enrique Maciel
"Enrique Maciel era muy pulcro, morocho, cabello renegrido en motas, llevado hacia atrás, sus ojos eran enormes. Usaba invariablemente camisas de seda con grandes gemelos y se perfumaba generosamente. Lucia elegante con su smoking. El era quien en el piano de nuestra casa, pasaba las partituras para las guitarras y por supuesto, acompañaba en aquel instrumento, la voz de mi padre en esos ensayos. No era un gran pianista, ni tampoco destacado guitarrista, pero sí una gran persona, humano y extraordinario compositor. Murió en el verano del 62. Fuera de su casa se lo encontraba como un eterno parroquiano, en el almacén Peirano, de la esquina de La Rioja e Independencia, cercano a su domicilio. "

Un dato interesante que agregamos es que Enrique Maciel no aparece en la película "Idolos de la Radio", cuando Ignacio Corsini interpreta la zamba "Por el camino", porque se encontraba en esos momentos trabajando en la musicalización del film "Bajo la Santa Federación", tambien de 1934.

Nos comento alguna vez uno de los hijos de Enrique Maciel, que su abuelo (el padre del guitarrista) había emigrado a Argentina proveniente de los Estados Unidos, y que su verdadero apellido era Marshall. Al llegar a Buenos Aires, lo castellanizó cambiándolo por Maciel, por ser el mas parecido en pronunciación.

En el terceto de guitarras Enrique Maciel era el encargado de brindar la base rítmica para que se lucieran las guitarras de Pagés y Pesoa. Además era ejecutante de piano y armonio. Existen grabaciones editadas por la Victor , donde acompaña en armonio a Rosita Quiroga. También se lo puede escuchar interpretando el armonio acompañando a Ignacio Corsini en la introducción del vals "Martirios del alma" y del tango "La marcha nupcial".

Se desvinculó artísticamente de Ignacio Corsini en 1943, pero continuó siendo persona cercana al Caballero cantor, quien siguió interpretando sus composiciones hasta el mismo día de su retiro en Radio Belgrano.

Continúo su actividad artística al frente de su propia orquesta típica, hasta bien entrados los años 50.

Enrique Maciel, había nacido en Buenos Aires, el 13 de Julio de 1897, y falleció en la misma ciudad el 24 de enero de 1962.

Rosendo Pesoa
"Rosendo Pesoa, de baja estatura, regordete, de labios gruesos, siempre sonriente, era la imagen del hombre bueno.

"Extraordinario guitarrista, formó un trió exitoso, el "Odeón" junto a Pagés y Rafael Iriarte, que grabó muchas composiciones clásicas del repertorio popular.

"Una enfermedad incurable puso fin a su vida jéven, en 1951. Aún recuerdo cuando lo visitamos con mi padre, por última vez, en una casita al costado de los primeros tramos de la ruta 2."

Agregamos que Rosendo Pesoa, había nacido en Buenos Aires, el 30 de agosto de 1896 y falleció el día 26 de abril de 1951.

Armando Pagés
"Armando Pagés, el mas alto y buen mozo de los tres, es el único sobreviviente (*). Hombre de La Plata, ciudad donde residió la mayor parte de su vida. Aún vive en ella.

"Magnífico guitarrista, lo presentó a mi padre José M. Aguilar, en 1927. Hace muy poco nos vimos en una audición de televisión en recuerdo de mi padre. El fue quien me contó una anécdota que yo desconocía: estando Gardel por viajar a Europa, José razzano lo entrevistó a Pagés, para ofrecerle un lugar en el acompañamiento de Carlos. Fue durante un mes a ensayar a la casa de Gardel, en la calle Jean Jaures, donde siempre lo atendía la madre de Carlos. Pensaban debutar en el cine Alberdi, cuando Pagés se decidió a hacerle conocer el hecho a mi padre.

- Gardel me paga muy bien.

- ¿Cuanto? - inquirió mi padre.

- Tanto - contestó Pagés.

- Bueno, yo le pago lo mismo y Ud. se queda aquí.

"Pagés se lo comunicó a Carlos, y este le respondió:

- Está bien. Al fin y al cabo, el tano es un gran amigo y yo o le puedo hacer una cosa así.

"Pagés me hacía recordar los intensos y prolongados ensayos en nuestra casa de Otamendi; en la sala que daba a la calle en invierno y, en el patio durante el verano.

"Formaron los cuatro, cantor y acompañantes, una verdadera agrupación musical y humana, ejemplo de compañerismo, perfección y comprensión, tal como lo sintió el pueblo, que no podía nombrar a Corsini sin agregar, Pagés Pesoa y Maciel. Cumplieron unidos una trayectoria de casi 20 años de trabajo, marcando un ejemplo y una etapa de la canción argentina.

Agregamos que Armando Pagés había nacido en Ranchos el día 11 de junio de 1903, y fallece en La plata en 1992.

Otros guitarristas
Otros guitarristas que acompañaron a Ignacio Corsini, fueron Montenegro -a quién se lo observa junto con Pagés, Pesoa y Maciel en las fotografías a partir de 1935- y Ubaldo de Lío, que actualmente es el último guitarrista vivo del Caballero cantor.

Un dato relevante para comentar: hacia 1950 Edmundo Rivero iniciaba su etapa como solista con el acompañamiento de Armando Pagés, Rosendo Pesoa, Adolfo Carné, Achaval y Milton.

Otros detalles interesantes acerca de las actividades de los guitarristas de Corsini a lo largo de los años, se pueden extraer de las ediciones discográficas. En efecto existen registros de interpretaciones en solo de guitarra del dúo Aguilar-Pagés (Victor) , Pesoa-Iriarte (Victor), y del Trío Odeón, formado por Iriarte, Pesoa y Pagés (Disco Nacional Odeón). Estas grabaciones circularon pasada la segunda mitad de los años 20.

Por otra parte, el Dúo Ruiz-Gallo, contó en muchas de las grabaciones que registraron hacia 1947/1948, con el acompañamiento de Pagés, Pesoa, Irala y el Arpa de Félix Pérez Cardozo.

Respecto de los guitarristas que acompañaron a Ignacio Corsini en su etapa acústica, encontramos en primer término a José María Aguilar, quien lo secunda en las primeras grabaciones que realiza para Max Glücksmann (1920).

Avanzada la década del 20, contará con el acompañamiento de Iriarte y Correa, y en la última etapa de sus grabaciones acústicas, será acompañado a su turno por Rosendo Pesoa y José María Aguilar, quien se había reincorporado al conjunto de guitarras. Si bien el citado dúo de guitarras no se encuentra espresamente mencionado en las etiquetas de estos últimos discos acústicos, se advierte claramente en esta última seria de grabaciones acústicas el carácteristico sonido de ambos guitarristas, así como su incomparable manera de frasear y su inconfundible rasgueo.

Fuentes
-"Ignacio Corsini, mi Padre" - Ignacio Corsini (h.) - Tango III, Colección Todo es Historia. Primera Edición, abril de 1979, página34.
- "Cuadernos de difusión del tango" N° 20 - (Biografía de Enrique Maciel) - Raul Lafuente - (ver el artículo completo en Todo tango)

(*) Ignacio Corsini (h.) escribió estas líneas en 1979. Armando Pagés falleció en La Plata en 1992.

Ignacio Corsini. Fallecio en esta ciudad. La Prensa - 27/07/1967

El 26 de julio de 1967 Ignacio Corsini fallece en la ciudad de Buenos Aires

Ya se sabe que a la primera época del tango -sólo música- siguió una segunda, en que el cantor, la letra, comenzó a tener importancia. Era obvio que las primeras composiciones no podían cantarse, para una difusión general, por las letras, precisamente. Fue necesario otro tono, otros argumentos, otros personages. Así, aliada a la radiofonía y a los discos, la voz del cantor pasó a ocupar la atención, el gusto, la admiración populares. Dos de esas voces identificadas por las del "morocho del abasto" y la del "galan cantor", se convirtieron en las predilectas de la mayoría. CAsi no sería necesario nombrarlas, si la segunda, qu epor su categoría de mito parecía np pertenecer al mundo de los vivos, - Ignacio Corsini-, no hubiera muerto en su forma física, ayer, en esta ciudad, la de sus mayores éxitos. Ahora, intempestivamente traída la noticia, pasará a formar con la de Carlos Gardel, y la de Agustín Magaldi, uno de los nombres mas queridos en el recuerdo de los admiradores de aquel tango de la llamada 2época de oro".

Buenos Aires atravesaba su primer cuarto de siglo. "Imborrable de perfiles, cálida aún de afectos, generosa de espíritu sobreviviente de figuras", como recuerda García Jiménez, era el centro de la canción ciudadana por antonomasia. El "Folklore del asfalto" tenía ya su historia, sus ídolos y sus fieles. En la figura del rubio, buen mozo, cantor y actor, había encontrado uno de sus ideales. Si la presencia, si la simpatía -mas las anécdotas, que se tejen en torno a una personalidad- cuentan para la creación de un ídolo, ninguna de estas cualidades, faltó a Ignacio Corsini, largamente recordado por sus entusiastas oyentes y por la amistad, que supo prodigar y recibir.

Como muchos otros de aquel tiempo, el que sería famoso como cantor, se inició como actor con los no menos famosos hermanos Podestá. Fué en el teatro Apolo, en 1912. Se recordarían por mucho tiempo los estilos que entonaba el agraciado actor, con canto tierno y sentimental, en obras como las de Martín Coronado, que incluían canciones prontamente difundidas.

Se impuso así el galán-cantor en el "teatro nacional por secciones". Sus éxitos pasaban de la escena a la sala, de la sala a la cale, en un avance cada vez mayor y mas firme.

Con Corsini, nacieron, entre otros tantos y canciones para la admiración popular, "Patotero sentimental" y "La pulpera de Santa Lucía", que con su voz enriqueció definitivamente en interpretaciones que sólo podrían convebirse como suyas. Para el primer tango paradójicamente, Manuel romero, su autor, había imaginado un personaje totalmente inexistente. La memoria recordará que el "patotero" no es "sentimental", sino, por el contrario, bárbaro y cobarde.

Pero el letrista imaginó otro personaje, la antítesis de la realidad, el que acabó por imponerse por la interpretación de Corsini, quien lo cantó por primera vez en la obra "El bailarín del cabaret", escrita por el actor César Ratti, quien encabezaba la compañía del Apolo, donde fue estrenada. La escena en el cabaret tuvo tal resonancia que la figura del prestigioso actor, y autor, pasó a segundo plano, y el público prefirió recordar sólo la escena de la canción, popular desde entonces.

Otro tanto puede decirse de "La pulpera de Santa Lucía", canción que inaugura una época de éxitos para los autores de letras con temas de la época de Rosas. En la voz del cantor, los versos de Héctor Pedro Blomberg, se ahondaban en la nostalgia de la mujer perdida y pasan a identificarse, simplemente con la nostalgia, De estas trasposiciones artísticas, intuitivas y nacidas como un don, estaba hecha la voz de Ignacio Corsini.

Corsini murió ayer en su domicilio particular, Otamendi 676, a las 17. Había estado internado en el sanatorio del Hospital Italiano, donde su mejoría, hace unas semanas, permitió trasladarlo a su casa. Tenía 76 años de edad.

En el momento de su muerte se encontraban presentes su hijo, nietos y otros parientes.

El velatorio se efectúa en el domicilio antedicho, y el sepelio de los restos se hará hoy, a las 15:30, en el panteón de SADAIC, del cementerio de la Chacarita.

Fuente: Diario La Prensa - Jueves 27 de julio de 1967 - Página 10 - Buenos Aires

Nota del blog: Ignacio Corsini permaneció en el Panteón de SADAIC, ubicado en el Cementerio de la Chacarita, aproximadamente hasta mediados de la década del 90, en que fue trasladado por su familia. Actualmente descansa en el Cementerio Jardín de Paz. (Sección 8, Manzana 22, parcela 16)

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