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domingo, 15 de noviembre de 2009

Ignacio Corsini en sus propias palabras

A través de notas autobiográficas y de diversas entrevistas concedidas por el Caballero Cantor, se puede apreciar la fina sensibilidad artística de nuestro gran interprete criollo

No hay que confundir bohemia con cheque sin fondos...
(Entrevista publicada en 1963)
"Un viejo amigo mío decía una vez que no había que confundir bohemia con cheque sin fondos. Y es cierto. Yo soy, me siento bohemio, pero eso no me impide tener un buen traje, rodearme de cosas hermosas y beber un buen café ... bebible ..."

"Quienes se acuerden de mí, lo harán con la imagen de un muchacho rubio, siempre vestido de oscuro, casi triste, excesivamente sensible, que muchas veces debió contener el llanto en mitad de una canción"

Que pienso de nuestro folklore...
"Siendo el folklore nacional la expresión de un sentimiento nativo, le atribuyo toda la importancia que es digna de hacer resaltar, puesto que trasunta la modalidad, la idiosincrasia y el espíritu de nuestro pueblo. Nuestra patria se forjó en los campamentos de guerra al son de vidalas, zambas, gatos y chacareras que tonificaron a nuestros soldados, y los jefes conductores de tropas victoriosas, lo hacían al son de las más bellas canciones de nuestro riquísimo folklore. Si bien el sabor de nuestro tango inmortal simboliza el sentir de nuestra ciudad federalizada, la riqueza de nuestras canciones de tierra adentro, reflejan la vida ruda de la vasta campiña argentina y de sus prolíferas regiones serranas y así viven, la zamba, entre los valles, al pie de las serranías, el gato, la chacarera y el infaltable pericón, en las dilatadas pampas y al resplandor de los gaucchos fogones se teje el clásico estilo entre las dulcesvibraciones de las guitarras y entre un trago y un amargo. El folklore es patria y trasunta el sentir de un pueblo, por eso pongo en cada canción el cariñoso deseo de engrandecerlo y dignificarlo con letras netamente criollas y que saben de esa tierra grande y generosa"

La infancia en una estancia de Carlos Tejedor (Pcia. de Buenos Aires)
"Allí, entre la gente de campo, aprendí a cantar; la naturaleza templó mi espíritu sentimental y romántico, que luego habría de exteriorizar en mis canciones"

La actividad teatral
"Después trabajé en distintas compañías teatrales: la de Jose Arraigada, la de Hernando, Higinio Cazón y en los circos Cassell, Casano y Colombo. En este último, actuando en el barrio de Mataderos, una noche, después de terminar la primera parte, se levantó un señor que estaba en un palco y gritó: ¡Que se suspenda la obra y cante Corsini! El público lo aprobó con un aplauso. Y entonces tuve que cantar cerca de dos horas... Estaba de moda la canción "La pastora", que tuve que cantarla cinco veces. El caballero que había gritado era don Alejandro Mohor, administrador de los mataderos de aquel entonces..."

La amistad con Carlos Gardel
"Durante mas de veinte años me unió a Carlos Gardel la mas estrecha amistad. deseo hacer constar la admiración que siempre sentí hacia quien considero el mas grande intérprete de la canción popular argentina"

En una oportunidad le preguntaron porque no cantaba el tango "Mano a Mano", a lo que respondió:
"Ese tango encontró en Gardel a su mejor intérprete. Tratar de cantarlo sería para mí una irreverencia"

Recuerdos de la última presentación como actor, sobre las tablas del Teatro Sarmiento. La canción de los barrios, estrenada el 18 de julio de 1934
"En esta temporada, en una función realizada después de los espectáculos, en homenaje al dramaturgo José Gonzalez Castillo y a beneficio de la Caja de Socorro de la Sociedad Argentina de Actores, tuvo lugar el episodio que constituyó el mas grato recuerdo de mi carrera artística. Ante un público calificado en que podía verse a la mayoría de nuestras primeras actrices y nuestros primeros actores, autores y periodistas, al terminar de cantar el tango "Yo no se por qué te quiero", fue tan grande el aplauso que me prodigó el público, que Canaro tuvo que ejecutar tres veces la introducción, porque el aplauso no cesaba... Esta demostración de afecto por parte de mis compañeros, produjo en mí una emoción tan intensa como inolvidable, teniendo que hacer el bis del tango en medio de esa emoción que casi me impedía cantar..."

Después del retiro...
"Vivo para mis recuerdos. El presente es para mi un punto de ubicación para mirar atrás sin tristeza, pero con una dulce y profunda nostalgia ... "

"Tengo un hijo médico, y dos nietos. Deseo hacer constar que gran parte de mi triunfo lo debo a mi inolvidable esposa, la compañera de toda la vida; ella me alentó en las horas inciertas, y para ella guardo el cariño mas hondo de toda una vida"

Recuerdo de Francisco García Giménez
Un día me dijo Corsini entristecido:
"¿Que me quedó de aquellas noches triunfales?
Cartitas perfumadas, promesas de bocas y ojos lindos, y un baúl de aplausos. En total, nada."
Yo podría contestarle desde aquí:
- ¿Y no es nada dejar algo para recordar, Ignacio amigo? ..."

Fuentes:
- Dr. Ignacio Corsini (h). "Ignacio Corsini, Mi Padre" - Editorial Todo es Historia. 1979
- Ruben Pesce. "La historia del Tango. Las voces del tango III. Ignacio Corsini" - Editorial Corregidor. 1978
- García Gimenez, Francisco "Así nacieron los tangos" - Editorial Losada - 1965
- "Correo de la tarde", entrevista publicada el 6 de marzo de 1963.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Ignacio Corsini, un auténtico "Idolo de la radio".

Una larga y prestigiosa trayectoria de casi mas de dos décadas frente al micrófono enalteciendo la canción criolla

Nos refiere el Dr. Ignacio Corsini (h.) en su obra “Ignacio Corsini, mi padre”, de obligada lectura para todos los admiradores del Caballero Cantor, que las primeras audiciones radiofónicas en las que participó Corsini, fueron emitidas a través de las emisoras L.O.Y y Radio Prieto.

Con posterioridad, a esas primeras incursiones radiofónicas, su arte fue difundido al éter a través de los micrófonos de Radio París, Radio Excelsior, Radio América, Radio Splendid, Radio Argentina, Radio Stentor, Radio Rivadavia y Radio Buenos Aires.

En 1928, es contratado por Radio Nacional donde se presenta con notable éxito. El año siguiente (1929), es contratado por Radio Prieto, y en dicha emisora estrena una de sus mas emblemáticas interpretaciones: “La pulpera de Santa Lucía”.

En 1931, se presenta en Radio Splendid, siendo figura principal del programa “La hora Geniol”.

En 1934 es contratado por el Zar de las radios porteñas, Don Jaime Yankelevich, presentándose en Radio Belgrano. Ese mismo año inicia además una serie de exitosas actuaciones en Radio Prieto, que se prolongan hasta el año 1936.

Es precisamente en el año 1936, cuando es elegido “Príncipe de la canción porteña”, por los lectores de la revista “El suplemento”, que se tramsnite con tal motivo y en simultáneo por Radio Prieto y Radio Splendid, la ceremonia de entrega de una medalla de oro al Caballero Cantor, que fue recibida de manos del poeta y dramaturgo Claudio Martínez Paiva.

En el año 1937, retorna a Radio Belgrano con un jugoso contrato, comprometiéndose a estrenar “dos piezas por semana”.

Ya consagrado definitivamente como uno de los máximos intérpretes criollos, Radio Belgrano lo contrata nuevamente para las temporadas de 1938 y 1939, percibiendo cuantiosos honorarios por sus presentaciones. Participó además como importante figura en las famosas embajadas artísticas que Radio Belgrano enviara a importantes ciudades del país, junto con artistas del prestigio de Mercedes Simone, Hugo del Carril, Fernando Ochoa, Dorita Davis, etc.

Una de las cláusulas de aquel contrato, transcripta en la obra del Dr. Ignacio Corsini (h), estipula lo siguiente: “El señor Corsini es artista exclusivo de Radio Belgrano, no pudiendo actuar en ninguna otra radiodifusora ni aún en los meses de descanso. Figurará en primer término en la propaganda radial. Actuará en tres emisiones semanales de una hora de duración, con cuatro interpretaciones por vez, comprometiéndose a estrenar ocho canciones mensuales, como mínimo”.

Esto representaba un total de 12 interpretaciones por semana y aproximadamente 48 por mes, de las cuales como mínimo 8 debían ser estrenos. Aquellos eran los tiempos de El adiós, Betinoti, Cuartito Azul, La china de la Mazorca, Morocha triste, Dulce amargura, Mas allá, Lejanía, Tarde de lluvia, y por supuesto de aquellos temas que ya eran clásicos de su repertorio habitual, como La pulpera de Santa Lucía, Los jazmines de San Ignacio, Por el camino y otros tantos éxitos.

Precisamente de aquellas legendarias audiciones auspiciadas por Jabón Federal en Radio Belgrano, son las dos interpretaciones que ilustran este comentario, y que pueden escucharse a través del sample ubicado en la columna de la izquierda del blog. “Los jazmines de San Ignacio” que fuera grabada por Corsini en 1933 y la zamba “Por el camino”, interpretada en la película "Idolos de la radio" en 1934, y también llevada a la cera en ese mismo año. Las mismas fueron registradas en acetatos y la copia que nos fue gentilmente cedida por Daniel Beller, ha sido masterizada en nuestros estudios. Se trata de un magnífico testimonio de como el Caballero Cantor interpretaba "en vivo" nuestro cancionero. Es harto conocida la puntillosidad y esmero con que Corsini y sus guitarristas ensayaban cada pieza. Podría decirse que don Ignacio era un perfeccionista nato que exploraba a fondo las posibilidades interpretativas tanto de la letra como la de música en todas sus dimensiones. Se sabe que los ensayos eran largos y exhaustivos y de allí que una vez lograda la interpretación, difilmente variara la misma. Esto se advierte comparando la grabación de estudio de la zamba "Por el camino" realizada en 1934, con la toma radial que presentamos y que corresponde a una emisión del año 1938. En efecto, cuatro años despues, la interpretación es prácticamente la misma, con excepción de algunas ligeras variaciones en la introducción y en el acompañamiento de las guitarras. En el caso de los "Jazmines de San Ignacio", las diferencias entre la versión de estudio (1933) y la toma radial (1938) son mas notorias, y ello se debe principalmente a que para la grabación de la primera versión Corsini contó con el acompañamiento de su clásico terceto de guitarras (Pagés, Pesoa y Maciel), y en cambio, para la época a la que percenece la toma radial, el Caballero Cantor ya era acompañado en forma permanente por un cuarteto de guitarras.

Iniciada la década del cuarenta brindó también una serie de audiciones emitidas por Radio del Pueblo, donde se presentó en muchas ocasiones secundado por la orquesta estable de dicha emisora que dirigía el maestro Roberto Garza.

Hemos recogido el testimonio de uno de los oyentes de aquellas audiciones (un conocido coleccionista), que nos comentó que en una oportunidad, mientras el Caballero Cantor se encontraba cantando acompañado de dicha orquesta, súbitamente interrumpió la interpretación dejando de cantar. Sin perjuiciode ello, continuó la orquesta dirigida por el maestro Garza con el tema que estaba interpretando en aquella oportunidad. Finalizada la interpretación por la orquesta, el locutor explicó que el cantor había sufrido una indisposición durante la interpretación. Tiempo después Corsini retomó las audiciones por dicha emisora.

Podemos tener una idea aproximada de cómo sonarían aquellas interpretaciones por Radio del Pueblo, a través del disco N° 18689, que afortunadamente el Caballero Cantor registrara en la cera el día 8 de octubre de 1942. En dicha oportunidad Corsini grabó el tango “No te apures carablanca” y el vals “Pedacito de cielo”, acompañado precisamente por la orquesta dirigida por Roberto Garza.

En 1944, se presenta en Radio Belgrano nuevamente, compartiendo la programación con la orquesta de Feliciano Brunelli. En dichas emisiones cantará acompañado por las guitarras de Pagés, Pesoa, Montenegro y Fernández. Para aquella época, Enrique Maciel ya se había desvinculado del acompañamiento, si bien continuó vinculado al Caballero Cantor componiendo especialmente para él nuevas canciones en forma casi permanente.

En 1946 se presenta nuevamente frente al micrófono, acompañado del pianista Pauloni y un terceto de guitarras que integraban Pagés, Pesoa. Es posible acaso que el terceto de guitarras estuviera integrado por Ubaldo de Lío, ya que en aquella época era guitarrista estable de Radio Belgrano. A esta etapa corresponden los últimos registros fonográficos de Corsini, donde es acompañado precisamente por un conjunto de guitarras y piano. Sabemos que el pianista era Pauloni, y que entre los guitarristas se encontraban Pagéz y Pesoa, porque lo acompañaron hasta el momento de su retiro. Desconocemos quienes podrían ser los dos guitarristas restantes.

No cabe duda que Ignacio Corsini, durante su época de esplendor, fue uno de los artistas mas solicitados de su tiempo por las emisoras porteñas.

Se sabe que fue uno de los cantores nacionales que más varió su repertorio frente al micrófono, y su hijo nos recuerda que muchos de los éxitos de la última etapa de su carrera, fueron conocidos por su público, precisamente a través de la radiofonía, y por supuesto en sus presentaciones en vivo.

Lamentablemente en aquella etapa final de su carrera, la empresa discográfica, por razones comerciales, no permitió que Corsini grabara más que apenas un puñado de temas, tal es así que en toda la década del cuarenta, solo se editaron cinco discos nuevos, y recordemos que Corsini estuvo en actividad desde 1940 a 1949. Así se perdieron verdaderas joyas de la música criolla, especialmente aquellas pertenecientes al repertorio “federal” del Caballero Cantor, compuestas por el creativo binomio “Blomberg y Maciel”: "Rosa morena", "Juan Manuel", "Bailecito del Sur" (todas milongas-candombes), "Tupac-Amaru" (bailecito), "El viento blanco" (Canción), "Santos Pérez" (Canción rosista), "La canción de la carreta", "El vendedor de calandrias", "Barrio de la calle larga" (Canción evocativa), "Serenata de la concepción" (Vals), "Campanas de San Ignacio" (Canción), "Flor de sangre" (Vals), "Los trescientos morenos "(Candombe federal) y “Facundo” (Milonga).

En 1948, profundamente afectado por el fallecimiento de su esposa, decide dejar la actividad artística. Su hijo nos dejó el testimonio de su última actuación radiofónica: “El 28 de mayo de 1949, Corsini dice adiós a su público en una memorable audición transmitida por Radio Belgrano.
El programa se llamaba “Argentinidad”, y junto a Juan de Dios Filiberto, Abel Fleury y Fernando Ochoa, actúa por última vez cantando El arriero, Vengo a contarte mis penas, Soy un gaucho peregrino, La pulpera de Santa Lucía y Por el camino, la zamba de Carlos Vicente Geroni Flores, que marcara curiosamente el comienzo y la despedida de su labor radiofónica. Esa temporada se prolongó dos meses, desde el 2 de abril al 28 de mayo. El sábado 21 se transmitió para la Antártida Argentina y Tierra del Fuego. Mas tarde, los marinos de esas lejanas regiones a quienes fue dedicada la audición, habrían de expresar fervorosamente su reconocimiento a Ignacio, mediante una comunicación a través de sus equipos de radio, que fue reproducida en cadena por Belgrano. Durante estas transmisiones, el Caballero Cantor interpretó en total 64 composiciones: 15 milongas, 14 valses, 9 zambas, 20 canciones camperas, 3 estilos, 1 pasillo colombiano, 1 gato patriótico y solamente un tango, El adiós. Fue una ratificación de argentinidad, como si quisiera dejar sentada definitivamente en el momento de su retiro, su condición de cantor criollo y su fervor de artista enamorado de su tierra.”

En esta última oportunidad es secundado en el piano por el maestro Carlos García y tres guitarristas. Los ensayos para la que sería su despedida, fueron realizados en casa de Carlos García, en la calle Cachimayo al 700, cerca al Parque Chacabuco: la gente se agolpaba para ver entrar o salir al Caballero Cantor…

Por aquellos años, Corsini ya era una figura de otros tiempos. Era el único sobreviviente del exclusivo y selecto grupo conocido posteriormente como la “Trilogía de oro”, un indiscutible triunfador en épocas en que las había que competir nada menos que con el máximo interprete de la música popular argentina: el Mago, Carlos Gardel. La última vez que se había enfrentado a un micrófono radial había sido en 1946 y ahora sabía que esta era definitivamente su postrera despedida de los medios de comunicación masiva, pues esa había sido su decisión irrevocable.

La revista “Radiolandia”, se refirió a aquellas actuaciones en los siguientes términos: “Retornó al micrófono una de las figuras mas brillantes que haya tenido la canción popular hasta el presente. Reapareció triunfalmente y su labor fue relevante, como corresponde a su prestigio. Su vuelta señaló un verdadero suceso en la radiotelefonía argentina. Se mostró a la altura de sus mejores épocas y fue amplísima la repercusión popular. Con Corsini, la radio criolla ha reconquistado a uno de sus más grandes intérpretes. Lo acompañaron en su reaparición Nelly Omar, Alberto Castillo, Agustín Hirsuta, Alberto Gómez, etc. Enorme expectativa había creado su retorno, luego de tres años de silencio; pero su regreso triunfal vuelve a colocarlo junto a Carlos Gardel, como las dos figuras mayores del cancionero popular”.

Fuentes:

- Dr. Ignacio Corsini (h). “Ignacio Corsini, mi padre” – Editorial Todo es Historia. Abril de 1979
- Rubén Pesce, en “La historia del tango. Las voces del tango III. Ignacio Corsini” – Editorial Corregidor. Mayo de 1978

Agradecimientos:
Agradecemos a Daniel Beller, quien gentilmente cedió el audio de las tomas radiales para ser restaurado.

domingo, 6 de septiembre de 2009

El Caballero Cantor recuerda a Carlos Gardel en el segundo aniversario de su fallecimiento

"Nunca será igualado el metal de su voz" afirma Ignacio Corsini. Reportaje concedido a Radiolandia en Junio de 1937

El juicio de Ignacio Corsini acerca de Gardel, reviste una importancía singular. Los dos juntos, durante muchos años. Los dos juntos, durante muchos años, tuvieron legiones propias de admiradores. Ambos disfrutaron durante algunos años del mismo favor popular.

Identificados por un arte común, marcharon sin embargo por distintos caminos para llegar al mismo fin: el corazón del público, que sabía de sus canciones como de íntimos y profundos sentimientos exteriorizados.

Cantaron en forma distinta, con igual fervor. Y, posible por la grandeza de los dos cantores, fueron amigos en la amplia y generosa acepción de la amistad.

- "Nos conocíamos de nombre -nos cuenta Corsini-, pero nunca habíamos tenido ocasión de estrecharnos las manos personalmente. Hasta que, en gira los dos, llegamos a un mismo punto: Santa Fe. En aquella Ciudad, Gardel se había presentado actuando en un Cinematógrafo, mientras que yo era galán en la Compañía que dirigía José Podestá. "

"Razzano nos presentó y en el mismo abrazo con que iniciamos nuestra amista, que se hizo grande después, me sentí ganado por el pobre Carlitos. Fuimos a cenar juntos al hotel donde yo me hospedaba y antes de separanos quiso hacerme escuchar uno de sus éxitos de entonces. Un estilo, "Amargura", compuesto por él mismo, que cantó como pocas veces lo escuché después. Su timbre de voz me subyugó desde entonces con la fuerza de una emoción incontenible. Pudieron pasar muchos añós, pero tengo siempre en mi oído, como una caricia y un regalo, aquella su media voz argentina, metálica, maravillosa como no la ha tenido ningún cantor en el país. Como dificilmente se logrará en otro artista que surja en el futuro."

Por qué fue admirable Carlitos Gardel

- "Yo he creido conocer el motivo de su éxito clamoroso. Yo he sabido por qué trunfó en Buenos Aires, como fué ídolo en París, en España o en los Estados Unidos. Tenía un metal de voz insuperable. Cuando se lo escuchaba se tenía la impresión de que su espíritu entraba vigoroso y suave en el público. Y aunaba a ese don con que lo dotó la naturaleza, su gran alma de artista.

Por eso la mas insignificante de sus canciones llegaba rotundamente hasta la emoción colectiva. Contagiaba su pasión por el tango, por todo lo nuestro. Y triunfó porque fué hombre y artista excepcional. por imperio de su voz, por virtud de su arte, por la bondad de su corazón, que jamás supo de sentimientos mezquinos."

Hace desfilar recuerdos con su memoria y enhebrando anécdotas nos quiere dar Corsini la semblanza de Gardel.

- "En 1927 -nos cuenta- actuamos juntos en el teatro Cómico. El cantaba algunas canciones como fin de fiesta, mientras yo, actuando en el elenco con "Facha tosta"(1), de Novión, debía interpretar "Caminito", que recién se estrenaba. Cuando lo cantaba, el mejor aplauso salía siempre de sus propias manos. Y al esconderme tras las bambalinas, finalizada la labor, me abrazaba alborozado, feliz de mi éxito.

Quisiera que ustedes y el público no interpretaran mal el sentido de mis palabras. Pero les juro que nunca sentí tan plenamente el valor del halago popular como cuando el aplauso era logrado allí donde cantaba también el mas grande de los cantores argentinos."

Un gesto de Gardel

- "Después comenzaron las mas grandes etapas de su consagración inigualada. Debimos separarnos, amigos cordiales, con una amistad como no la he disfrutado otra vez en este ambiente donde los dos actuamos. Y volvimos a encontrarnos en 1931. Regresaba Carlitos de Europa, exactamente en una época en que yo me sentía disminuido, enfermo. En Corrientes y Esmeralda, como si hubiese querido darnos la ciudad su esquina mas porteña para el encuentro, nos vimos nuevamente. Se imaginarán la alegría de los dos. Quiso que tomáramos el copetín juntos, y al cabo de un rato notó mi desazon."

"Le confesé mi estado espiritual en dos palabras: - No se que es lo que me pasa. Canto dos o tres canciones bien, y en la cuarta ya noto mi voz oscurecida. Como si estuviese enfermo. Como si ya no pudiese seguir adelante. "

"Me llevó a su casa -prosigue el creador de La pulpera de Santa Lucía- y se mostró, en ella, todo el gran corazón que era Carlitos. De entre sus maletas, buscando afanosamente, sacó primero un inhalador y después un frasco:

- "Con esto me curo cuando no me siento bién. Llevátelo. Es tuyo, Y ya verás como en una semana sos otro hombre".
"A mi, que si se quiere era su rival, a mi que hubiera significado para quien no tuviera su alma, un enemigo, me daba el único remedio que tenía para curarse. Un gesto que solo él podía tener. Estoy seguro que esa noche Carlitos debió dormirse feliz. Debió sentir la alegría enorme que experimentaba cuando podía remediar una tristeza, aliviar una pena"

Ese gesto, agregamos nosotros, con Ignacio Corsini, con el hombre que un día, en Montevideo, de regreso de una jornada amarga en el hipódromo, cuando sus amigos temían por su actuación inmediata, le hizo exclamar sincera, amistosamente:
"¿Que no voy a poder cantar? Cantaré mejor que nunca, porque allí, en el palco, está mi amigo Corsini, el único que me hace sombra en Buenos Aires."

Y la mejor canción de esa tarde fue dedicada a Corsini, que era, en el sentir amplio y puro de Carlitos Gardel, el mejor amigo. Quizá porque necesitando emoción, alguna vez la logró generosa y romántica en alguna canción triste del "único que le hacía sombra"...

Sobre el primer encuentro entre Gardel y Corsini. Aclaración del Blog

Creemos imprescindible hacer una aclaración respecto del primer encuentro entre el Caballero Cantor y el Zorzal Criollo. Si bien el cronista que reporteó a Ignacio Corsini en 1937, sitúa el lugar de ese primer encuentro en la Provincia de Santa Fe, en realidad no hay forma de poder corroborar si la informacion de Radiolandia en 1937 es totalmente fidedigna.

No podemos a ciencia cierta afirmar si el cronista publicó exactamente la informacion que le referenció Corsini en la entrevista, o si confundió los apuntes que tomó en su libreta, y a la hora de transcribir el reportaje modifico involuntariamente los datos. Recordemos que en aquellos tiempos los periodistas tomaban notas mientras sus entrevistados respondían sus preguntas, -obviamente no existían los grabadores de mano, y mucho menos los MP3-, para luego trascribir y volver a "armar" el reportaje en la redacción de la editorial.

En rigor a la verdad, existe una fuente mucho mas contundente al respecto. En efecto, en la pagina 19 de la biografía del Caballero Cantor, el Dr. Ignacio Corsini (h.), nos relata aquel encuentro, indicando a su vez que lo tomo de las "Memorias" manuscritas escritas por el Caballero Cantor:
" ... Alejado otra vez de los Podestá, en 1913 Corsini se lanzó a recorrer pueblos de Entre Ríos y la Provincia de Buenos Aires. Actuó en Bahia Blanca, en el circo ecuestre de Miguel Cassano, y allí se encuentra con Carlos Gardel, que también desarrollaba una gira artística. (Referencia manuscrita en las "Memorias" de mi padre). En esa ciudad del sur, ambos se cantan: el Morocho, dice "El Moro", y el rubio entona "El clásico". Se puede señalar que esa vez comenzó una "payada" singular entre dos grandes, y una amistad que sólo la muerte de Carlos había de tronchar..."

El propio Corsini rememoró aquel encuentro en una entrevista periodìstica concedida en 1954, señalando al respecto lo siguiente:
"... A Carlitos lo conocí en el año 1913, allá en Bahía Blanca, y desde entonces nuestra amistad jamás decayó. Por el contrario cada uno de nosotros estuvo siempre pronto para acudir en ayuda del que necesitara algo. Con Gardel procuramos siempre colocar a nuestro cancionero por encima de todos los intereses y por cierto que puedo asegurar que luchamos bastante para lograrlo."

En síntesis, sin duda debemos considerar esta última versión como la correcta, ya que proviene de primera mano del manuscrito que contenía las "Memorias" de puño y letra de don Ignacio Corsini, reproducidas por su hijo cuando escribió "Ignacio Corsini, Mi padre" (Ed. Todo es Historia - 1979, pag.19)

Nota del blog:
1:] "Facha Tosta" de Alberto Novión, obra estrenada en el Teatro Cómico por la compañía de Luis Arata, el 5 de Mayo de 1927. En dicha obra Ignacio Corsini interpreta el tango "Caminito". El miércoles 25 de junio de 1927, imprime en la cera el citado tango en los estudios de Max Glücksmann, con el acompañamiento de las guitarras de José María Aguilar y Rosendo Pesoa (Matriz 927, publicado en Disco Nacional Odeón Nº 18496 B).

Fuentes:
- Radiolandia 26/6/1937.
- Revista "La cumparsita" - Nª 38 - 3/6/1954
- Fabio Cernuda: http://www.ignaciocorsinigrabaciones.blogspot.com/
- Dr. Ignacio Corsini (h): "Ignacio Corsini, mi padre" - Editorial Todo es Historia. 1979

Nota: El artículo periodístico publicado en Radiolandia aquí transcripto fue publicado por Jorge Muscia en www. gardelweb.com y es reproducido con autorización y por cortesía de Jack Lupic, a quien agradecemos su gentileza.

Ignacio Corsini se hace presente en el Luna Park en homenaje a Carlos Gardel en 1957

Corsini rinde homenaje a Carlos Gardel en un nuevo aniversario

El día lunes 1º de Julio de 1957, Ignacio Corsini se hizo presente en un homenaje realizado para recordar a Carlos Gardel en el Luna Park, organizado por la "Cruzada pro momumento a Carlos Gardel".

La nota fue publicada en la revista “Mundo Radial”, tres días despues del memorable evento, el jueves 4 de julio.

Era pleno invierno y en la nota gráfica se lo ve al Caballero Cantor, sonriente y cordial, con el cabello cano, enfundado en un grueso sobretodo, con su echarpe al cuello echado sobre el hombro y sosteniendo por el ala su sombrero en la mano izquierda.

Habían transcurrido 22 años desde aquella oportunidad en que se presentara por última vez con sus guitarras en ese mismo estadio, para homenajear al Zorzal Criollo con su canto (acceder AQUI), y 8 años desde su definitivo retiro de la actividad artística (acceder AQUI) .

Por aquel entonces, ya retirado de toda actividad artística, Ignacio Corsini tiene 66 años de edad y, una vez mas se hace presente para recordar a su colega y amigo. Nos preguntamos que recuerdos y pensamientos habran transitado por su mente, aquella lejana noche de invierno de 1957, al dejar su casa de la calle Otamendi 676 con rumbo al Luna Park. Seguramente marchó acompañado por el eco de sus legendarias guitarras, susurrándole al oído historias de éxitos y triunfos pasados.

El texto de la nota periodística que reproducimos a continuación relata los pormenores del aquel memorable evento:

“En el Luna Park, se llevó a cabo el lunes último un gran acto de homenaje al inolvidable intérprete de nuestra canción ciudadana: Carlos Gardel. El mismo, organizado por la Cruzada Pro monumento a Carlos Gardel, contó con la presencia y actuación de celebrados intérpretes del tango, quienes al hacerse presente en el tablado levantado al efecto en el Luna Park, quisieron así asociarse al dolor que todavía persiste en el alma popular por la muerte del gran cantor.

Numeroso público se dio cita en el Luna y contribuyó así a que el homenaje preparado alcanzara la brillantez y solemnidad que habían pensado sus organizadores.

De esta manera, pues, Carlos Gardel fue recordado, entre el acorde de los bandoneones y la presencia del pueblo que una vez mas no quiso estar ausente cuando se mencionara el nombre de su ídolo”

Fuente: Mundo Radial - 4/6/1937.

Nota: El artículo periodístico publicado en "Mundo Radial" que hemos transcripto entre comillas, fue publicado por Jorge Muscia en www. gardelweb.com y es reproducido con autorización y por cortesía de Jack Lupic, a quien agradecemos su gentileza.

sábado, 25 de abril de 2009

Función a beneficio en el Teatro de Verano

El 22 de marzo de 1918 la Compañía Podestá Hnos. realiza una función a beneficio de Victoria e Ignacio Corsini en el Teatro de Verano
Nos refiere el Dr. Ignacio Corsini h., que a fines de 1916 Pepe Podestá, construye un Teatro de Verano en un predio unicado en San Juan y Entre Ríos.

Como hemos señalado en un comentario anterior, es precisamente en este lugar donde Corsini interpreta el papel de Manuel en "La piedra de escándalo", ocupando el rol que a su turno había interpretado el gran Pablo Podestá, autor de la música del estilo homónimo.

Es precisamente en este Teatro de Verano, donde, el día 22 de marzo de 1918, se realiza una función brindada por la Compañía de los Podestá a beneficio de Ignacio Corsini y de su esposa Victoria Pacheco.

La presentación se inicia a las 21:00 horas, y en primer lugar se representa la obra "En un pingo pangaré" con textos de A. Lagazzio y música de Antonio Podestá.

En esta obra, Ignacio Corsini interpreta el papel de Juan Cruz Montiel y canta el estilo "El Pangaré", el cual podría suponerse era el mismo que había grabado Carlos Gardel un año antes en una de sus primeras intervenciones como solista para Max Glücksmann (Disco 18003 - Matriz 34, supuestamente grabado el 9/4/1917)

"En un pingo pangaré
con un freno coscojero
güen herraje y güen apero
en dirección a Pigüe
va el paisano Cruz Montiel
orillando una cañada ..."

Sin embargo no podemos confirmar a ciencia cierta que se tratara una versión de la obra, con la misma letra y/o música que interpretara Gardel, ya que era bastante frecuente por aquellos tiempos que ciertas obras se cantaran ya sea con diferente música, o ya con distinta letra, tal como lo testimonian numerosas grabaciones de ese período.

Pongamos por ejemplo el caso del estilo "El sueño". Hemos podido documentar que el estilo "El sueño" que fuera grabado por Carlos Gardel inicialmente en 1912 para Columbia (Disco Columbia T 730 - Matriz 56755-1) y posteriormente -con otra melodía distinta- para Max Glücksmann el 30 de marzo de 1927 (Disco Nacional 18201 - Matriz 547), había sido a su turno grabado por Mario Pardo bajo el título de "Ensueño" (Disco Nacional 303 A - Matriz 1017 - 1922), con una melodía diferente a las dos versiones citadas precedentemente.

Como dato de interés, señalamos además que existe un homónimo grabado por José Razzano (Disco Victor 62835 B - 1912), que en su etiqueta atribuye letra y música al afamado autor criollo Don Elías Regules y indicándose que se trata de una "Canción". Se trata, en rigor, de una composición completamente distinta a las anteriores, que nada tiene que ver con la música o la letra de las respectivas versiones de "El sueño" que dejaran grabadas Gardel y Mario Pardo. En esta grabación de Razzano, además interviene haciendo los recitados o "floreos" Eugenio López. La música de esta "canción" es prácticamente la misma que utilizará Razzano en las distintas versiones que registrará en el futuro de la media cifra "Pavadas". (Disco 18019 - Matriz 168 de 1919; Disco Nacional 18276 - Matriz 4174 - 4/6/1929 y Disco Nacional 18845 - Matriz 4174-1 del 12/3/1931).

Volviendo a la versión de "El sueño" grabada por Carlos Gardel en 1927, se atribuye en la etiqueta original la autoría de dicho estilo a Francisco Martino, viejo compañero de actuación de Gardel en sus primeros tiempos como cantor. Recordamos a propósito, que en aquellos comienzos ambos integraron un cuarteto que se completó con José Razzano y Saul Salinas. Como dato adicional agregamos además que existe un registro a dúo de José Razzano y Francisco Martino en la serie Victor de 1912, único que conserva la voz de este último. En la etiqueta del disco original de Mario Pardo que contiene la versión de "Ensueño", en cambio se atribuye la autoría de la obra al propio Pardo.

En este último caso, además hay otro detalle curioso. La música empleada por Pardo es muy parecida a la del estilo "Que lindo tiempo aquel" (Disco Nacional 18063 - Matriz 759-1), que fuera grabado por Carlos Gardel en 1922.
Es muy posible que esta melodía perteneciera al acervo cultural popular y tuviera sus orígenes en el Siglo XIX, sin perjuicio de que se la atribuyen en las respectivas etiquetas a "Gardel-Razzano"(en el caso de "Que lindo tiempo aquel") y a "Mario Pardo" (en el caso de "Ensueño").

Como dato adicional que permite visualizar como se combinaban indistintamente letras y músicas y se atribuían autorías sin control alguno por parte de los verdaderos autores, otro tanto ocurre con el estilo "Suena guitarra querida" , grabado en 1912 por José Razzano como "Guitarra querida" (Disco Victor 62911) y cuya autoría se atribuye a "Rossi". Posteriormente en 1919 la misma obra es grabada por Carlos Gardel con otra música por completo distinta para Max Glucksmann (Disco 18014 - Matriz 60), volviéndola una vez mas a registrar el 2 de noviembre de 1933 en la penúltima sesión de grabación que realizara antes de abandonar definitivamente Buenos Aires (Disco Nacional 18900 - Matriz 7581). Como dato adicional advertimos que en el disco 18014 no se indica quien es el autor del estilo, y en el dísco 18900 la autoría se atribuye a Gardel- Razzano.

Ensayando una probable explicación a tanto caos, tal vez podríamos considerar que uno de los posibles motivos podría encontrarse en el hecho de que muchas de estas obras eran publicadas sin música en libros o folletos, por sus propios autores, y por ello fueron luego musicalizadas por cada intérprete según su gusto o comodidad , en muchos casos quizá tomando prestadas melodías anónimas que podrían remontarse incluso al último cuarto del S.XIX. Otra de las causas que habrían favorecido esta práctica, podría encontrarse en la ausencia de normas especiales y de entidades e instituciones consolidadas que protegieran los derechos de los autores a través de la registración de las obras musicales, en aquellos inicios del S.XX.

En vista de estos ancedentes, por cierto que no sería un caso excepcional que Ignacio Corsini interpretara los versos de "El pangaré", con una melodía diferente a la que utilizara en su grabación el Zorzal Criollo, o incluso con otra letra ligeramente distinta. Aunque no podamos fehacientemente corroborarlo, sin embargo podemos considerar -en vista de los antecedentes mencionados párrafos atrás- que no se trataba de una práctica inusual en aquellos tiempos y por tanto bien podría tratarse del mismo estilo, en un distinto formato o versión.

Volviendo a la función benéfica de marras, finalizado el intervalo, en la segunda parte se interpreta la comedia dramática en tres actos de Julio Sanchez Gardel titulada "Las Campanas" donde Victoria Pacheco asume el rol de "Angelita" e Ignacio Corsini interpreta el papel de "José Luis". Forman parte tambien de la velada el "dueto cómico internacional Los Carpi".

De aquellos años del Tetro de Verano nos trae un vívido recuerdo Osvaldo Sosa Cordero, quien relata el paso de la pareja de actores por la Compañía Podestá Hnos:

"De los cuatro años allí transcurridos, que fueron desde 1916 a 1920, conservó siempre Corsini recuerdo inolvidable. Eramos niños aún, cuando en una "vermouth" tuvimos ocasión de asistir a la representación de un entremes titulado "¡Que calor con tanto viento!" y, como fin de fiesta, escuchar a Corsini en sus canciones criollas. Aquel teatro funcionaba al aire libre y ya sobre el final del espectáculo se desencadenó uno de esos súbitos aguaceros de verano que llegó como para complementar el premonitorio título del entremés... En el escenario volaron trastos, utilería y hasta actores... y los espectadores, poniendo pies en polvorosa, salimos como en andas, impelidos por el ventarrón, calados hasta los huesos..."

Ilustramos el presente comentario con una copia del anverso y del reverso de la tarjeta de invitación al evento que decía asi:

"Victoria e Ignacio Corsini, tienen el agrado de invitar a Vd. y familia a concurrir al Teatro de Verano, en la noche de su beneficio. Esperando vernos honrados con su presencia, saludan atte. Los beneficiados"

Recordamos que el Caballero cantor y Victoria se habían casado en 1911, cuando contaban con 20 y 17 años de edad respectivamente. Recuerda Ignacio Corsini h., que tanta era la pobreza de la pareja en aquellos momentos, que debieron realizar a pié el viaje de ida y vuelta al registro civil.

Es a través del padre de Victoria, que Ignacio Corsini se vincula a los Podestá. En efecto, en la primera década del S. XX, mucho antes de la creación del Teatro de Verano, Corsini conoce a José Podestá, al realizar una visita al camarín de su futuro suegro, el veterano actor José Pacheco, quien formaba parte del elenco de los Podestá. En dicha oportunidad entona un estilo y es escuchado por Don Pepe, quien se acerca al camarín y le propone ingresar a la compañía. Al poco tiempo se produce la incorporación de Corsini como actor y cantor criollo.

Victoria era hija de José Pacheco y de Luisa Zanetti, siendo sus padres pioneros en los inicios del Circo criollo. En sus comienzos, intervenía en los espectáculos interpretando canciones y participando en actos como trapecista, luego desarrolló su carrera como actriz al lado de Corsini. Su hijo la describe " ... de baja estatura, cabellos castaños y grandes ojos delmismo color". Hacia el año 1926, cuando Corsini inaugura su casa de la calle Otamendi 676, Victoria abandona la actuación teatral para dedicarse al hogar. Fallece en Buenos Aires en el año 1948.

Ignacio Corsini la recuerda en 1950 con estas hermosas palabras: "... en todos los contratos que he firmado con las compañías teatrales, siempre estuvo mi inolvidable esposa. En ella tuve la gran compañera de toda la vida, la que me alentó en mis horas inciertas y a la que debo gran parte de mis triunfos"

La casa en la que vivió Ignacio Corsini con su familia casi cincuenta años de su vida, desde 1926 hasta su muerte en 1967, aún se conserva practicamente intacta, a escasos metros del Parque Centenario.
En los primeros tiempos supo ser la única casa de la manzana, rodeada de terrenos baldíos y con calle y vereda de tierra, situandose frente a la casa la cancha del Club Almagro, y sobre Gaona (a la vuelta), la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores, que aún se conserva en pié.

Cuesta imaginar hoy en día el barrio tal como lo describe Ignacio Corsini h. en su relato, con calles de tierra y grandes espacios sin edificar. Imaginamos el Parque Centanario con arboles jóvenes y poco frondosos en ese primer cuarto del Siglo XX.

Un hecho para lamentar es que han desaparecido las placas que testimoniaban la referencia y que habían sido colocadas por el Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires en el frente de la casa de la calle Otamendi 676.

Fuentes:
"Ignacio Corsini, mi padre" - Dr, Ignacio Corsini (h.). Ediciones Todo es Historia - 1979
"Historia de las varietes en Buenos Aires 1900-1925" - Osvaldo Sosa Cordero - Corregidor - 1978
Colección Archivo del Teatro Nacional Cervantes

domingo, 12 de abril de 2009

Las guitarras de Ignacio Corsini acompañan al dúo Ruiz-Gallo

En diversas oportunidades participan en sesiones de grabación como solistas y acompañando otros intérpretes

Tal como señalamos en un anterior comentario publicado en este mismo blog en abril del año pasado, existe una interesante cantidad de grabaciones en las que se puede escuchar a los guitarristas de Ignacio Corsini interpretando solos de guitarra.

En este breve comentario, recordamos que Rosendo Pesoa y Rafael Iriarte, ambos guitarristas del Caballero cantor, realizaron una serie de grabaciones para la compañía Victor en 1927. Para aquel entonces, Rafael Iriarte ya se encontraba desvinculado hacía tiempo de Corsini. Sin embargo, Pesoa integraba en esos momentos junto con José María Aguilar el conjunto de guitarras que acompañaba al cantor y con el cual grababa en los estudios de Max Glücksmann.
Las etiquetas de los "Disco Nacional" de Corsini de dicha época así lo testimonian cuando señalan a los acompañantes: "Aguilar y Pesoa".

Posteriormente, Pesoa e Iriarte junto con Armando Págés conformaron el "Trío odeón", que dejó impresas notables interpretaciones en para Max Glücksmann.

El disco que ilustra esta actuación como solista de Pesoa e Iriarte es el:

79994 A – Montecristo – Vals – Pesoa-Iriarte
79994 B – Para siempre – Tango – Pesoa-Iriarte

Paralelamente, en ese mismo año 1927, se registran grabaciones de otro dúo de guitarristas de Corsini en el mismo sello Victor.

Se trata de José María Aguilar y de Armando Pagés.
José Marìa Aguilar, tal como señalaramos precedentemente, en aquellos momentos integraba con Rosendo Pesoa el conjunto de guitarras que acompañaba a Corsini en sus actuaciones y grabaciones para Glücksmann. Sin perjuicio de ellos realizó estas grabaciones con el futuro integrante del famoso trío de guitarras del Caballero cantor.
Elegimos ilustrar este breve comentario sobre la actuación del dúo Aguilar-Pagés con el siguiente disco:

79884 A – Manos brujas – Fox Trot – Aguilar – Pagés (Toma 2)
79884 B – Las madreselvas – Zamba – Aguilar – Pagés (Toma 3)
Recordamos que el dúo de guitarras que acompañó a Ignacio Corsini por aquel entonces, sumó como tercer guitarrista a Enrique Maciel y por un breve lapso de tiempo el terceto estuvo conformado por Aguilar, Pesoa y Maciel.
En 1928, José María Aguilar es convocado por Carlos Gardel para integrar el trío de guitarras junto con José Ricardo y Guillermo D.Barbieri que lo acompañaría a París. Es altamente probable que el mismo Aguilar, quien había acompañado además a Corsini en su primera serie de discos para Glücksmann en 1920, recomendara a Corsini al joven talento que en aquel momento era Armando Pagés, a fin de llenar el vació dejado tras su marcha con Gardel. Las fechas en que cada guitarrista se incorpora al respectivo conjunto son aproximadamente coincidentes por lo cual podría dicha hipótesis ser viable.
Tambien es muy probable que la fugaz incorporación de Armando Pagés a las filas de Gardel luego de la desvinculación de José Ricardo, haya sido gestionada por intermedio de José María Aguilar, quien ya conocía bien a Pagés y había grabado a dúo con él.

Recordamos que Pagés ensayó durante un mes en casa de Carlos Gardel, junto con Barbieri y Aguilar, mientras paralelamente desarrollaba su actividad con Ignacio Corsini, hasta que finalmente al momento de desvincularse de Corsini, el cantor iguala la oferta de Gardel y Pagés opta por quedarse con el Caballero cantor.
El Dr. Ignacio Corsini h., nos refiere que los guitarristas de Corsini cobraban su retribución durante todo el año, estuvieran en temporada o ya sea que se encontraran en período de receso.

De los datos que se pueden obtener de publicaciones de época y de los testimonios de los personajes del ambiente artístico que fueron entrevistados por diversos medios, se advierte que no era un hecho excepcional que el conjunto de guitarras de un intérprete acompañase a otro durante períodos de receso, tal como ocurrió en distintas oportunidades con los guitarristas de Gardel. En efecto, en el año 1932, Barbieri, Aguilar y Riverol acompañaron a Adelma Falcón en una grabación para la compañía Brunswick que realizara del Vals "Cortando Camino", mientras el zorzal se encontraba en Joinville terminando su serie de películas francesas. Un dato curioso es que el trío estable de guitarras que había dejado Gardel en Buenos Aires al partir a Francia, estaba integrado por Barbieri, Riverol y Vivas, ya que Aguilar había sido desvinculado del conjunto por el cantor en 1931, disconforme con su comportamiento.
Sin embargo, para acompañar a Adelma Falcón, el trio se integra nuevamente con Aguilar y así se indica en el sello del disco.

En lo que respecta a las guitarras de Corsini, advertimos que para las últimas grabaciones realizadas por el Caballero cantor, no hay indicación respecto de los acompañamientos en los dos únicos discos que grabó el 19 de junio de 1946.

Ignacio Corsini (h,), señala que por "razones que sería desagradable comentar", el Caballero cantor tuvo un acceso bastante restringido a la cera durante su última década como cantor profesional. Es muy probable que razones comerciales, hicieran a la empresa discográfica descuidar diha situación, lo cual lamentablemente nos privó a todos los admiradores de Ignacio Corsini de poder recuperar el repertorio que cultivó durante la década del 40, repertorio en el que dío gran significación al mensaje folklorico.

Se perdieron entre otras las interpretaciones de "Brindis de Sangre", "Mi poncho tucumano", "Aurora del peregrino", "Nostalgias", "Por el camino adelante", "Canción del arriero de llamas", "El arriero", "Vengo a contarte mis penas", "Soy un gaucho peregrino", etc.

Sin perjuicio de que las etiquetas no indican quienes lo acompañan en sus últimas grabaciones se sabe que el pianista era Pauloni, y que entre las cuatro guitarras que lo acompañan estaban Armando Pagés y Rosendo Pesoa. Recordamos que Enrique Maciel se había devinculado del grupo hacia 1943, aunque permaneció siempre dentro del círculo de amistades del cantor. De hecho, tal es así que en la década del 50 musicalizó los versos de "Aquel cantor de mi pueblo", cuyas estrofas fueron escritas por Corsini.

Los datos de las grabaciones mencionadas son los siguientes:

18692 A – Mama vieja – Zamba (C-15599) - 19/6/1946
18692 B – Milonga triste – Milonga (C-15600) - 19/6/1946

18692 A – Tristeza criolla – Vals (C-15602) - 19/6/1946
18692 B – Hermano gaucho (zamba) (C-15601) - 19/6/1946

Paralelamente a esta actividad, de la información consignada en las etiquetas de la serie correspondiente a las grabaciones del dúo "Ruiz-Gallo", detectamos que Pagés y Pesoa, integran con Irala y un arpista no mencionado -que bien podría ser Félix Pérez Cardoso-, el acompañamiento de una serie de grabaciones que por el número de matriz son anteriores, contemporaneas y posteriores a las realizadas con Corsini en 1946. Como ejemplo mencionamos las siguientes:

10559 A – Nostalgias santiagueñas – Zamba (C-14361)
10559 B - El humahuaqueño – Carnavalito (C-14363)

10560 A – La palomita – Tonada (C-15020)
10560 B – Que sita el baile – Escondido (C-15021)

10566 A – Ya canta el gallo – Zamba (C-18973)
10566 B – Corazones partidos – Cueca (C-18976)

De la númeración de las matrices de éste último disco, es muy probable que estas dos composiciones hayan sido grabadas en forma contemporánea al retiro de Ignacio Corsini de la actividad artística, o inclusive después.

Escuchando dichas grabaciones, se advierte la característica forma de tocar de Pesoa y Pagés, e inclusive en las zambas, el pié para el inicio del canto ("¡Adentro!"), esta dicho por una voz muy parecida a la que da el mismo pié en las zambas grabadas por Corsini en 1946.

Es muy probable que fuera Rosendo Pesoa, que es por otra parte quien silbaba en las grabaciones del Caballero cantor, -muchas veces junto con el propio Corsini-, tal como se puede observar en la película "Idolos de la radio", cuando interpretan la zamba "Por el camino".
En el sample que se encuentra a la izquierda de este trabajo, se ilustran los comentarios formulados precedentemente, con fragmentos de los siguientes temas: Para siempre (Tango), por Pesoa e Iriarte; Las madreselvas (Zamba) y Manos brujas (Foxtrot), por Aguilar y Pagés; Mama vieja (Zamba) y Hermano gaucho (Zamba) por Ignacio Corsini, y finalmente la versión completa de la zamba "Ya canta el gallo", por el dúo Ruiz-Gallo con el acompañamiento de Irala, Pagés y Pesoa.

jueves, 9 de abril de 2009

Ignacio Corsini se retira de la actividad artística en 1949

Pasa los años del retiro definitivo en compañía de su familia y rodeado del recuerdo de admiradores que lo saludan al reconocerlo por la calle

En la interesante biografía que nos dejara escrita el Dr. Ignacio Corsini (h.), nos relata como transcurrieron los últimos años de la vida del Caballero cantor.

Nunca más volvió a cantar profesionalmente desde su última actuación de despedida ante los micrófonos de Radio Belgrano, el día 28 de mayo de 1949.

En dicha oportunidad se despidió para siempre de su público cantando: “El arriero”, “Vengo a contarte mis penas”, “Soy un gaucho peregrino”, “La pulpera de Santa Lucía” y “Por el camino”.

Este año se cumplirán exactamente 60 años de aquel postrer recital radiofónico. Nos preguntamos si alguna vez aparecerá algún acetato de aquella última temporada que nos permita rescatar esos emocionantes momentos.

La única excepción fue hecha en el año 1959, cuando se presentó en el programa de televisión “Volver a vivir”, que por aquel entonces conducía la multifacética “Blackie” y Carlos D´Agostino. Recordamos que en aquella época la casi totalidad de los programas de televisión se realizaban en vivo, por lo que difícilmente haya sobrevivido alguna copia. No descartamos que algún admirador en forma particular pudiera haber registrado en un grabador de cinta abierta dicha presentación, pero hasta el momento no se ha detectado copia alguna.

Sin embargo, sobrevivieron una buena cantidad de fotografías que documentan aquella presentación y nos muestran un Ignacio Corsini de cabello cano, elegante, todavía esbelto y señorial en su estampa. Para aquella época contaba con 68 años de edad.

En aquella oportunidad sucedió un hecho histórico para todos los admiradores del caballero cantor, con el acompañamiento de Blackie al piano, entonó por última vez en público –aunque ya no profesionalmente-, las primeras estrofas de “La pulpera de Santa Lucía”. Su hijo evoca ese emotivo momento señalando que la interpretación despertó una gran ovación en el estudio, aunque “seguramente un gran velo de nostalgia y de tristeza” envolvió a Corsini en dicha oportunidad".

Fue un emocionante programa donde además participaron viejos amigos que se reencontraron con el cantor. Su nieto, el Dr. Eduardo Corsini, nos refirió en alguna oportunidad que aquella vez acompañó a su abuelo –siendo aún un niño- a los estudios del antiguo Canal 7 donde se realizó la transmisión y que presenció aquel acontecimiento jugando detrás de los decorados que estaban allí emplazados.

Su hijo recuerda aquellos años del retiro artístico señalando que Corsini comenzó a creerse olvidado y que su vida había entrado en un aislamiento y en el recuerdo del pasado: “parecía no poder desprenderse de su compañera muerta y de amigos y aconteceres de otros tiempos”.

Recordamos que su esposa, la actriz Victoria Pacheco, había fallecido en 1948, y esa fue una de las razones que mas pesaron para decidir su alejamiento del canto. En alguna oportunidad, durante su largo retiro, recordó a su esposa con estas palabras: “Deseo hacer constar que gran parte de mi triunfo lo debo a mi inolvidable esposa, la compañera de toda la vida; ella me alentó en las horas inciertas, y para ella guardo el cariño mas hondo de toda una vida…”

Si bien es un hecho cierto que Ignacio Corsini abandonó la actividad artística en forma terminante, sin dar cabida a posibles retornos, no obstante ello, muchos testimonios de personas que lo trataron en aquellos años nos refieren que no era raro, que a pedido de algún amigo o admirador, entonara alguna breve estrofa "a capella". Muchas veces hasta inclusive lo hizo por teléfono.



Otras referencias nos muestran a Corsini recibiendo en la puerta de su casa el saludo de admiradores que, aún pasados los años, concurrían a saludarlo y a pedirle les obsequiara alguna fotografía autografiada, o les regalara alguno de sus discos. Los testimonios señalan que Corsini siempre fue generoso en ese sentido.

Dejó escrito Corsini estas referencias autobiográficas de sus últimos años en 1964: “Vivo para mis recuerdos. El presente es sólo para mi un punto de ubicación para mirar atrás sin tristeza, pero con una dulce y profunda nostalgia”.

A la izquierda se puede observar un comentario publicado en 1954 en donde se comenta la reedición de discos que ya en aquel entonces se encontraban agotados. Llama la atención que incluso sus últimas grabaciones se encontraran también fuera de catálogo. El comentario fue publicado en la revista "La cumparsita" el 3 de junio de 1954.

Recordaba el coleccionista Angel Olivieri, que en una oportunidad estando de visita en casa del coleccionista Pascual Sanfino, se encontraban escuchando el tango “Que pare el baile”, interpretado por Ignacio Corsini, en un equipo que tenía muy buena amplificación y excelentes parlantes para la época. Corsini, que era vecino de Sanfino, y estaba en la puerta de su casa, escuchó desde la calle la grabación y se acerco al domicilio del coleccionista. Grande fue la sorpresa de ambos amigos cuando se encontraron con el mismísimo Ignacio Corsini quien estaba interesado en escuchar aquella grabación. Se pusieron a conversar y Olivieri le dice a Corsini que admiraba muchísimo su interpretación del tango “Chiqué”:

- “Casi me mata. No quería ni hablar de algunos temas”

Como es sabido Corsini no era muy afecto a los temas relacionados con el lunfardo. Olivieri recuerda que luego escucharon en silencio “El adiós” y en ese momento Corsini expreso “con un dejo de tristeza que se reflejaba en su rostro”:

- “¡Que época de oro!... cuantas satisfacciones me dio ese tema…”

Otras anécdotas lo recuerdan visitando en muchas oportunidades a los coleccionistas especializados en su discografía, a quienes había brindado su amistad, pidiendo que le hicieran escuchar alguna de sus creaciones, y en ciertas oportunidades incluso sorprendiéndose al redescubrir que había grabado obras que creía no haber interpretado nunca. Es que el catálogo de grabaciones de Ignacio Corsini es casi tan vasto como el de Carlos Gardel y abarca treinta y cuatro años de labor, sin contar el importante repertorio de su última década de actividad que nunca llegó a registrar en discos, y que contenía incluso una considerable cantidad de extraordinarias piezas compuestas por Blomberg y Maciel.

En una oportunidad, nos refería un recordado amigo, que por aquellos años de retiro artístico, Corsini un vez tenía interés en escuchar una grabación suya en especial, y había tomado conocimiento que un coleccionista tenía en su poder un ejemplar del disco en cuestión. Una mañana, se presentó a la casa de dicho coleccionista, a quien no conocía, y golpeó su puerta. La esposa atiende la puerta y se queda de una pieza al ver al Caballero cantor preguntando por su esposo. El coleccionista no podía dar crédito a sus ojos al ver a un cordial Ignacio Corsini, de quien era ferviente admirador, que acudía a su colección particular para “escucharse interpretar una obra”.

La fotografía que ilustra este breve comentario, quizá sea la última tomada a Ignacio Corsini posando en un estudio fotográfico, y muestra a Don Ignacio a los 73 años de edad. Es posible que existan otras fotografías posteriores tomadas en la intimidad de su familia.

Fuentes
- “Ignacio Corsini, Mi padre” – Dr. Ignacio Corsini h. - Todo es Historia. 1979
- “La historia del tango. Las voces del tango. Ignacio Corsini” – Roberto Selles y Ruben Pesce – Editorial Corregidor.1978
- “Historias de tango” – Angel Olivieri. Prólogo de Juan Carlos Esteban – Arrabal Ediciones Aql. 2005

sábado, 4 de abril de 2009

Ediciones extranjeras de Ignacio Corsini

Grabaciones de Ignacio Corsini publicadas en el exterior

Al igual que en los casos de las grabaciones de Cárlos Gardel y de Agustín Magaldi, una buena cantidad de las grabaciones de Ignacio Corsini fueron publicadas en el exterior. El caso de Carlos Gardel es muy especial, ya que además de grabar en Buenos Aires, lo hizo en Barcelona, en París y en Nueva York. Ignacio Corsini y Agustin Magaldi, solo grabaron en la ciudad de Buenos Aires.

Se han reportado ediciones de discos originales de Ignacio Corsini
en Brasil, Chile y Estados Unidos.

Fabio Cernuda esta desarrollando un valioso y excepcional trabajo de investigación y análisis sobre la discografía de Ignacio Corsini, analizando toma por toma, y día por día de grabación, de acuerdo con los reportes registrados en los libros de grabación de Max Glücksmann. Recomendamos que no dejen de visitar su blog, ya que en el encontrarán excelente información. (INGRESE AQUI)

Las ediciones extranjeras de Ignacio Corsini, a diferencia de Carlos Gardel, contienen unicamente tomas registradas en Buenos Aires.

Sin embargo en muchos casos se trata de versiones distintas a las publicadas en su tiempo en la República Argentina, y en algun caso, inclusive de temas que no tuvieron difusión comercial en el país.

Ilustramos este breve comentario con las etiquetas de dos discos editados en Brasil que consideramos interesantes.

El primer de ellos es el disco odeón Nº 1244. En su cara A, contiene el tango "Noche Callada", grabado el día viernes 8 de julio de 1927, número de matriz 1000. Señala Fabio Cernuda en su interesante análisis, que dicha toma nunca fue editada en Buenos Aires. En efecto, aquí solo se conocieron las matrices: a) 1000-1, grabada en la misma fecha que la anteriormente mencionada; b) 2355 (4/4/1928) y c) una nueva matriz 1000-1 (24/6/1930), erroneamente designada con dicha numeración, ya que corresponde a la editada en 1927. Remitimos al trabajo de Fabio Cernuda donde nos explica pormenorizadamente la situación planteada.

En la segunda cara, contiene el Tango "Rezongos", matriz 414, grabado el día martes 22 de febrero de 1927, y que es la misma que circulo en Argentina en el disco Nº 18488.

El segundo disco editado en Brasil que presentamos, es el disco odeón Nº 1355. El mismo contiene en su cara A, una toma muy poco difundida de la cancíon "Huella... Huella", cantada a dúo por Ignacio Corsini junto con su hijo, el Dr. Ignacio Corsini h. Se trata de la matriz 2029 II, que fuera grabada el día sábado 25 de febrero de 2008. Recordamos que la toma mas difundida es la que corresponde a la matriz 2029, que fuera grabada el día jueves 9 de febrero de 1928 y que circulara originalmente en el disco Nº 18534 B de 1928 y en la reposición Disco Criollo Nº 18671 A de 1934.
Debemos destacar que la matriz 2029 I, grabada el mismo 25 de Febrero de 1928, correspondería a una versión de "Huella... Huella" cantada solo por Ignacio Corsini. Hasta ahora no se ha detectado ningún ejemplar con dicha toma.

En la cara B, encontramos el hermoso tango "Bandoneón", que fuera grabado el día 9 de febrero de 1928, número de matriz 2030, y que circuló en Argentina como cara A del disco 18534.

Respecto al disco 18534, debemos advertir además como dato interesante, que el mismo circulo en dos ediciones distintas con diferentes acoples en su cara A. En efecto, en una primera edición practicamente inhallable -ya que la misma fue retirada de circulación- contenía el tango "Bandoneón" y la canción "Huella... Huella" (matriz 2029) y en otra posterior contenía el estilo "Anochecer" (matriz 1789, grabado el sábado 19 de noviembre de 1927), con el acople de "Huella... Huella"(matriz 2029). Ilustramos con las etiquetas de esta última edición mencionada y la del disco Nª 18671.

Todas estas versiones, cuentan con el acompañamiento de Aguilar y Pesoa, con excepción de las tomas de "Noche callada" de 1928 y 1930 que fueron registradas con las guitarras de Pagés, Pesoa y Maciel.

Respecto al último tema de interés que nos ocupa en este breve comentario, nos referiremos al disco editado en Estados Unidos por la compañía Decca bajo el número 21053 de su "Serie Hispana". Se trata del tango "Cuento criollo" y corresponde a la matriz 5544, habiendo sido grabado el día martes 13 de mayo de 1930, con Pagés, Pesoa y Maciel en las guitarras. Dicha toma jamas fue editada en Argentina. Hemos escuchado referencias que también habría sido editada en Chile.
Desconocemos el motivo por el cual se decidió no editar dicha obra y no obstante ello se envió al exterior para su difusión. Una de las hipótesis posibles es que los autores no hayan prestado el consentimiento para su publicación. Esta presunción podría considerarse por el hecho de que dicho tango fuera editado por la compañía Victor y que los autores hubieran cedido la exclusividad a la citada casa discográfica. Un dato que podría apuntalar esta suposición es la existencia de una versión de dicha obra que Alberto Vila realizara en el mencionado sello. Sería un caso parecido al ocurrido con las ediciones de Carlos Gardel de los tangos "Sonsa" y "Mi mocosita" que por tratarse de títulos exclusivos del catálogo de la Victor no pudieron ser publicados en Argentina, sin perjuicio de lo cual se editaron sendos ejemplares del primero en Brasil (matriz 3171) y en España (matriz 3171-1), y en el caso de "Mi mocosita" se realizó la única edición de matriz original que se conoce. Sin embargo, admitimos que no son mas que conjeturas. Otra posibilidad que cabría considerar es que el propio Corsini lo desechara por no estar conforme con su interpretación. Sin embargo, si esto hubiera sido así bien podría haberlo grabado nuevamente, tal como hizo en la misma época con otras interpretaciones tales como "Yira... Yira", "La que murió en París", "Violetas", etc. Sin embargo, la versión registrada esta magistralmente interpretada, lo cual nos hace inclinar por la primera de las hipótesis planteadas. No obstante, debemos admitir que todo esto queda en el mero terreno de las conjeturas y especulaciones, ya que no contamos con elementos contundentes que nos permitan arribar a una conclusión categórica al respecto.

Como dato curioso agregamos que la cara A de dicho disco contiene a la Orquesta de Enrique Rodriguez, interpretando "Los piconeros".

Finalmente advertimos que la version que ilustra este comentario, no fue editada en su matriz original, tal como lo advertimos de los caracteres impresos en la pasta del disco, siendo prueba de dicha afirmación el hecho de que cuando rematrizaron el disco (casi con toda seguridad en Estados Unidos), cortaron la señal antes de que sonara el acorde final de las guitarras. Así, Ignacio Corsini finaliza la interpretación y, donde se espera la consabida resolución de las guitarras -que sin duda estaba grabada en la matriz original argentina-, solo se escucha el silencio. Sin embargo, debemos señalar que los técnicos realizaron un extraordinario trabajo de rematrización, pues la obra se escucha con excelente sonoridad y claridad. Si bien la obra fue grabada en 1930, la edición del disco correspondería aproximadamente al año 1939, dato que inferimos a partir de la numeración de la matriz de la otra cara (9791), que también ha sido rematrizada.

En el sample posteado a la izquierda, ilustramos estas breves reflexiones con fragmentos de las ediciones extranjeras mencionadas, restaurados y remasterizados.
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Fuentes
- "Sobre las primeras grabaciones eléctricas realizadas por Ignacio Corsini" - Fabio Cernuda -www.ignaciocorsinigrabaciones.blogspot.com
- "Estudio de la discografía de Ignacio Corsini" - S. Nicolás Lefcovich - Edición del Autor. 1996
- "Ignacio Corsini, mi padre" - Dr. Ignacio Corsini h. - Editorial Todo es Historia - 1979

Ignacio Corsini representa La piedra de Escándalo en el Teatro Politeama

En 1918 se presenta con la compañía de los hermanos Podestá en "La piedra de Escándalo" y "La chacra de Don Lorenzo", obras de Martín Coronado

En la temporada 1918, Ignacio Corsini realiza algunas presentaciones en el Teatro Politeama, como actor integrante de la compañía de los hermanos Podestá, protagonizando papeles en las obras "La piedra de Escándalo" y "La chacra de don Lorenzo" de Martín Coronado, y en "La ley oculta", de Claudio Martínez Payva.

Sin embargo no era esta la primera vez que participaba en "La piedra de Escándalo", puesto que hacia fines del año 1916, al inaugurar don Pepe Podestá el Teatro de Verano, se representó dicha obra con la participacion de Corsini en el papel de Manuel. El Teatro de Verano fue construido por Pepe Podestá en el solar donde se encontraba un antiguo corralón al aire libre, y estaba ubicado en San Juan y Entre Ríos, frente a la Comisaría 18 de la Policía Federal.

En las memorias de Pepe Podestá (citadas por el Dr. Ignacio Corsini h.), el padre del Circo Criollo, rememora esta temporada y se refiere al Teatro de Verano señalando que era "... un local enteramente descubierto, menos el escenario. Mas de una vez tuvimos que defendernos del frío, el viento y la lluvia, y el público presenció, en ocasiones, el espectáculo con los paraguas abiertos, animando a los artístas a que no interrumpieran la función"

Ignacio corsini, por aquellos tiempos era vecino del barrio, y vivía en la casa de la esquina de San Juan y Solís, junto con su mujer Victoria Pacheco y su pequeño hijo Ignacio, y se reunia con otros compañeros de arte en un almacén-café que estaba ubicado en San Juan y entre Ríos.

En el año 1918, la compañia pasa al Politeama y el día 30 de marzo estrenan "La chacra de don Lorenzo", de Martín Coronado, que es la continuacion de "La piedra de Escándalo", donde una vez mas Ignacio Corsini, encarna el papel de Manuel. La obra fue muy bien recibida por el público que la noche del estreno ovacionó al autor y a los intérpretes. Originalmente el papel había sido ofrecido por Martín Coronado y Pepe Podestá al gran actor Pablo Podestá, que había estrenado "La piedra de Escándalo" en 1902 y había dado vida al papel de Manuel, pero Pablo se encontraba en esos momentos realizando una exitosa temporada en el teatro Moderno, y así fue que se ofreció a Ignacio Corsini que reemplazara el papel originalmente destinado a Pablo Podestá, lo cual sin duda es prueba de la calidad actoral del caballero cantor.

En sus "Memorias de un hombre de teatro", Enrique García Velloso, recuerda la figura de Martín Coronado y los pormenores que rodearon la creación de "La piedra de Escándalo" y las circunstancias de su posterior estreno.

Recuerda García Velloso, el manuscrito original de la obra - que estaba escrita en verso- fue leido por primera vez en una reunión en casa de Rafael Obligado hacia 1891.

En aquella reunión estuvieron presentes " ...Calixto Oyuela, el novelista y diplomático mexicano Federico Gamboa, ministro a la sazón en Buenos Aires, Leopoldo Díaz, esbelto, elegante, con su barba negra en punta y sus bigotes de mosquetero; el poeta chileno Puelma Tuper, que acababa de casarse con una Navarro Viola, Ernesto Quesada, que con su imponente estatura surgía entre un grupo formado por Juan Antonio Argerich, Carlos Vega Belgrano y Diego Fernández Spiro, y, en un ángulo de la sala, conversaban Soto y Calvo y Domingo Martinto".

Dicho manuscrito fue llevado por García Velloso -quien por entonces era un adolescente- por encargo de su padre a casa de Rafael Obligado a la hora fijada para la tertulia: nueve y media de la noche. El viaje lo hizo en tranvía a caballos, desde la barranca de Santa Lucía hasta la calle Alsina, lo cual le dio tiempo para leer un acto y medio de la obra, quedando interesadísimo en conocer el final del segundo acto. Así, recuerda que continuó con la lectura a la luz de unas vidrieras de una casa colonial que estaba ubicada en la esquina de Alsina y Cambaceres (actual Bernardo de Irigoyen), donde se encontraba una antigua tienda donde vendían ponchos y ropas para gente de campo.

En dicha tertulia, se leyó en presencia de don Martín Coronado "La piedra de Escándalo". El jóven García Velloso, quien observaba la escena a través de los cristales de un escritorio contiguo recuerda así el momento culminante de la reunión:

"De pronto se hizo un silencio y mi padre, que tenía a la derecha a don Martín Coronado, comenzó a leer la acotación de la escena correspondiente al primer acto de La Piedra de Escándalo. llegaban hasta mi los versos rotundos, fáciles, de musicalidad envolvente; veía la cara de los oyentes denotando un interés sin fatiga; veía a mi padre destacar los momentos de emoción o de desborde romàntico; veía a don Martín, con la vista clavada en la alfombra, acariciandose nerviosamente su perilla ya blanca... Cuando concluyó la lectura del primer acto, todos rodearon al poeta que agradecía con monosílabos, con aquella voz gangosa suya, con aquellos sus gestos infantiles, la felicitación de los oyentes..."

Sin embargo, el manuscrito original de "La piedra de Escándalo", permaneció sin embargo retornó al mismo cajón del escritorio del padre de Enrique García Velloso, donde permaneció once años a la espera de su destino. Hubo un intento fallido de llevarla a escena en 1896, pero éste no prosperó.

Hacia 1902, la compañía de los hermanos Podestá realizaba una exitosa temporada en el teatro Apolo. Don Pepe Podestá había arrendado por una suma irrisoria dicha sala, que por entonces se encontraba en un estado completo de abandono.

Enrique García Velloso ofrece "La piedra de Escándalo" a Pepe Podestá y a Ezequiel Soria -director de la compañía de los hermanos Podestá-, pero si el previo consentimiento del autor.

Rescata así el manuscrito que aún se encontraba en el escritorio de su padre y lo llevó a don Pepe. Sin embargo, el hecho de que la obra no estuviera escrita en prosa genero reparos por parte de Podestá, quien consideraba que sus actores no tenían la suficiente versatilidad para el teatro en verso.

Sin embargo, garcía velloso insistió lo suficiente como para que Soria aprobara la lectura: "Empiece a leer, con leer nada se pierde; enterémonos primero lo que es la obra y despuès discutiremos si pueden o o representarla los actores de esta compañía".

De mas está decir que la lectura fue un exito y que don Pepe esa misma noche leyó las partes mas importantes a sus hermanos Antonio, Juan y Pablo. Este último quedo tan impresionado con el personaje de Manuel, y por los versos que la obra indicaba debían ser cantados por dicho personaje en el segundo acto, que de inmediato comenzó a componer la música del que se conocería con el nombre del " estilo de la piedra de escándalo".

Recuerda García Velloso, que permanentemente se le oía cantar a Pablo Podestá en voz baja la composición mientras le iba dando forma. En fin, la obra había comenzado a ensayarse, ya se había fijado fecha, y García Velloso aún no había informado a su padre que había tomado el manuscrito y mucho menos a don Martín Coronado que ignoraba por completo dicha situación.

Así, el joven García Velloso prefiere enfrentar directamente al autor, antes de confesar la situación a su padre, y sin decirle que la obra ya se estaba ensayando, concurre junto con Soria a la escribanía que Coronado tenía en un vetusto edificio de la calle Alsina, frente a la Iglesia de San Ignacio, donde encuentran al autor sentado en su escritorio "tan vetusto como las vigas del techo que amenazaban ruina..."

Cuando Coronado fue anoticiado de que cómicos criollos representarían su obra la respuesta fue: "- ¡Imposible..!!! ¡imposible...!!!". Esto lo decía pinchando el escritorio de madera con una lezna de agujerear papel.

Soria le propone entonces a don Martín que permita el ensayo de la obra sin que se anunciara al público, y sin ningún compromiso, asistiera a un ensayo, de modo tal que si la interpretación le pareciera buena, otorgara el permiso, y si le parecía, lo prohibiría y "tan amigos como siempre".

Ignorante don Martín de que la obra ya se estaba ensayando, dice a García Velloso que el único manuscrito existente era el que su padre tenía guardado en el escritorio, ya que el propio original que conservaba el autor estaba borroso e ilegible. La copia en poder de García Velloso había sido copiada "a dos tintas" por el propio autor.

Al salir de la escribanía, Garcia Velloso y Soria se juramentan guardar absoluto silencio de lo ocurrido, a fin de evitar que Podestá o el padre se enteraran.

Finalmente, cuando ya la obra estaba casi preparada para el estreno, concurrió don Martín, quien al presenciar la admirable y esmerada interpretación, no pudo negar el permiso. La obra fue estrenada el día 16 de junio de 1902 y constituye uno de los intentos iniciales del teatro argentino iniciandose hacia su fase adulta. La obra presenta el planteamiento de un conflicto generacional donde subyace además la presencia de una tensión de índole social. Los roles principales en aquel estreno estuvieron a cargo de:

- Don Lorenzo: Antonio Podestá
- Don Pedro: Juan Podestá
- Pascual: José J. Podestá
- Elías:: Humberto Scotti
- Leonor: Herminia Mancini
- Carlos: José Petray
- Rosa: Lea Conti
- Manuel: Pablo Podestá
- Alejo: Arturo Navas
- Matea: Esther Podestá
-Ciriaco: Humberto Torterolo

Martín Coronado (4/6/1850-20/2/1919) nació en Buenos Aires y falleció en Caseros, Provincia de Buenos Aires, en la localidad que hoy lleva su nombre, donde tenía una chacra en la que vivió los últimos años de su vida, recluido por razones de salud. Allí recibía las breves visitas de sus amigos.

Pablo Podestá (22/11/1875-23/4/1923) nació en Montevideo y falleció en Buenos Aires. Recuerda José Antonio Saldías a Pablo haciendo roles protagónicos dramáticos y trágicos de un verismo impresionante e insuperables interpretaciones cómicas, siendo persona de caracter temperamental. Sin haber estudiado música, componía y tocaba guitarra "con notable pulsación y limpia justeza". Dos de sus composiciones mas trascendentes son los inspirados estilos: "La piedra del Escándalo" y "Santos Vega".

El estilo "La piedra del Escándalo" fué muy popular a principios del siglo XX. De los datos recopilados precedentemente podemos señalar que la letra fue escrita por Martín Coronado alrededor de 1891 y la música compuesta por Pablo Podestá hacia 1902.

Se lo conoció con distintos nombres: "La piedra de Escándalo", que es el nombre de la obra teatral, "Piedra de Escándalo", "La piedra del Escándalo", etc.

Prueba de su popularidad es la notable cantidad de grabaciones que de dicho estilo se registraron desde principo de siglo hasta la última versión que fuera registrada por Ignacio Corsini el día viernes 20 de marzo de 1931. Dicha versión salio publicada en Disco Nacional Odeon Nº 18638 y reeditada en distintas ocasiones. Ilustra este comentario la etiquedas de la edicion de 1934. Previamente Corsini había realizado una grabación acústica de dicho estilo que se conserva en un disco de muestra. Quienes tuvieron la oportunidad de escuchar la muestra consideran que la interpretación de Corsini era extraordinaria.

A modo de enumeración -que no pretende ser completa- de las distintas ocasiones en que esta obra fue llevada a la cera, podemos mencionar las siguientes grabaciones:

Angel Villoldo
- Disco Marconi (Columbia Phonograph Company Genl) Nº 08767 - La piedra de Escándalo - Matriz 0867-1-3 - Acompañado con piano. Circa 1907
- Disco Columbia Nº T17 - La piedra del Escándalo - Matriz 08767-1-5 - Acompañado con piano. Buenos Aires. Circa 1907
- Disco Odeón Nº 41570 - La piedra del Escándalo - Matriz Xba78 - Acompañado con piano. Buenos Aires. 1908
- Disco Victor Nº 62195 A - La piedra de Escándalo - Acompañado con orquesta. - Matriz F-6 - Buenos Aires. 23/12/1907 (Editado también en disco Victor 98304)

Alfredo Gobbi
- Disco Columbia T57 - La piedra de Escándalo - Matriz 08753-1-3
- Disco Atlanta Nº 88 (662385) - La piedra de Escándalo - Gobbi y Sra. Ca.1914/1915

Flora Hortensia Rodriguez de Gobbi
- Cilindro Edison Bell N° 9032 - La Piedra de Escándalo - (Matriz 2M-9032). Londres. Julio 1906
- Cilindro Edison N° A 7019 - La Piedra del Escándalo - (Matriz 4M-7019). New York. 1909. (Editado tambien en Cilindro Edison Blue Amberol N° BA 22163)
- Cilindro Columbia Nº 80228 - La Piedra de Escándalo - EE.UU Ca. 1909. Imagen cedida por Colección Privada y Archivo Fonográfico "11 de Diciembre" de Guillermo C. Elías
- Disco Victor N° 3185 - La piedra de Escándalo - (Matriz B-3574) - Filadelfia. Pennsylvania - EE.UU - 24/7/1906
- Disco Relsie Record Nº 168 - Piedra de Escándalo - (Matriz 20029) - Acompañada con orquesta.
- Disco Polyphon Record 13513 - Piedra de Escándalo - (Matriz 20029) - Acompañada con orquesta.

Ignacio Corsini
- Disco de muestra Acústico - La piedra de Escándalo (Matriz y fecha desconocidas. Circa 1920) - Acompañado con guitarras. (Posiblemente José María Aguilar)
- Disco Nacional Odeon - Nº 18638 A - La piedra del Escándalo (Matriz 6350) - Buenos Aires. 20/3/1931 - Acompañado por Pagés, Pesoa y Maciel.

Diego Munilla
- Disco Gramophone N° 62250 - Piedra de Escándalo - Matriz 4751o - Paris. 1905. (Editado también en disco Victor N° 3116 y disco Victor 62175)
- Disco Gramophone N° 62278 - Piedra de Escándalo - Matriz 2035e - Londres. 17/4/1905 - Acompañado por la Banda Real Militar. (Editado tambien en disco Victor - N° 3124 y en disco Victor 62183)

Carlos M. Pacheco
- Disco Era Grand Record N° 60131 - La Piedra del Escándalo - Adaptación cocolichesca con acompañamiento de Guitarra. Buenos Aires. Circa 1910
- Disco Victor N° 62861 - El Escándalo de la Piedra: cantado por un gringo - (Matriz R - 521) - Carlos M. Pacheco y Eugenio López. Buenos Aires. 4/3/1910

André Vivianne
- Disco Odeon ITM Nª 41749 - La piedra de escándalo - Buenos Aires. Ca. 1907

En el sample ubicado a la izquierda del presente texto se pueden escuchar las versiones restauradas y masterizadas de las interpretaciones del estilo realizadas por Angel Villoldo (Disco columbia/Disco Victor), por Flora Hortensia Rodriguez de Gobbi (Disco Relsie Record) y finalmente un fragmento de la versión que Ignacio Corsini realizara de la obra en 1931.

Un dato curioso en la primera versión de Villoldo grabada para el sello Columbia que se puede apreciar en el sample posteado, es que pasada la mitad de la interpretación, se advierte una aceleración en la velocidad de la grabación, y hacia el final se hace mas pronunciada hasta los acordes finales del piano donde se acentúa notablemente. Esto en realidad obedece a que durante el proceso de grabación, el mecanismo de la máquina de grabación sobre la cual giraba la matriz de cera, comenzó a fallar y a disminuir su velocidad en forma creciente, acentuándose cada vez mas hasta llegar al final de la toma. Los últimos acordes se grabaron practicamente con la velocidad totalmente disminuida.


Una vez impreso el disco, al momento de reproducirlo a una velocidad constante, las partes grabadas a una menor velocidad angular, se escuchan "mas aceleradas", es decir que el "defecto" de disminución de velocidad en la grabación, produce un "efecto" contrario en la reproducción.
Recordamos que los equipos utilizados para la grabación de discos en la época en que se grabó la toma de Villoldo para Columbia Records, no eran impulsados por energía eléctrica, ni por mecanismo de cuerda, ya que podían producir vibraciones que perturbaban la grabación y disminuían su calidad. En realidad se utilizaba un sistema de contrapesos que producía el movimiento necesario para impulsar el mecanismo que hacía girar el plato sobre el cual se encontraba la plancha de cera.

Fuentes

- "La inolvidable bohemia porteña" - José Antonio Saldías - Editorial Freeland, 1968
- "Ignacio Corsini, mi padre" - Dr. Ignacio Corsini h. - Editorial Todo es Historia, 1979
- "Circo, teatro gauchesco y tango" - Raul H. Castagnino - instituto Nacional de Estudios de Teatro, 1981
- "El circo criollo" - Raul H. Castagnino - Editorial Lajouanne, 1953
- "Memorias de un hombre de teatro" - Enrique García Velloso - EUDEBA,1960
- "La piedra del escándalo de Martín Coronado: conflicto generacional y ensayo tipológico" - Guillermo García - Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora. Espéculo. Revista de Estudios Literarios Nº 33, 2006. (Si desea consultar este trabajo ingrese
AQUI)
- Encyclopedic Discography of Victor Recordings

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