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domingo, 6 de septiembre de 2009

El Caballero Cantor recuerda a Carlos Gardel en el segundo aniversario de su fallecimiento

"Nunca será igualado el metal de su voz" afirma Ignacio Corsini. Reportaje concedido a Radiolandia en Junio de 1937

El juicio de Ignacio Corsini acerca de Gardel, reviste una importancía singular. Los dos juntos, durante muchos años. Los dos juntos, durante muchos años, tuvieron legiones propias de admiradores. Ambos disfrutaron durante algunos años del mismo favor popular.

Identificados por un arte común, marcharon sin embargo por distintos caminos para llegar al mismo fin: el corazón del público, que sabía de sus canciones como de íntimos y profundos sentimientos exteriorizados.

Cantaron en forma distinta, con igual fervor. Y, posible por la grandeza de los dos cantores, fueron amigos en la amplia y generosa acepción de la amistad.

- "Nos conocíamos de nombre -nos cuenta Corsini-, pero nunca habíamos tenido ocasión de estrecharnos las manos personalmente. Hasta que, en gira los dos, llegamos a un mismo punto: Santa Fe. En aquella Ciudad, Gardel se había presentado actuando en un Cinematógrafo, mientras que yo era galán en la Compañía que dirigía José Podestá. "

"Razzano nos presentó y en el mismo abrazo con que iniciamos nuestra amista, que se hizo grande después, me sentí ganado por el pobre Carlitos. Fuimos a cenar juntos al hotel donde yo me hospedaba y antes de separanos quiso hacerme escuchar uno de sus éxitos de entonces. Un estilo, "Amargura", compuesto por él mismo, que cantó como pocas veces lo escuché después. Su timbre de voz me subyugó desde entonces con la fuerza de una emoción incontenible. Pudieron pasar muchos añós, pero tengo siempre en mi oído, como una caricia y un regalo, aquella su media voz argentina, metálica, maravillosa como no la ha tenido ningún cantor en el país. Como dificilmente se logrará en otro artista que surja en el futuro."

Por qué fue admirable Carlitos Gardel

- "Yo he creido conocer el motivo de su éxito clamoroso. Yo he sabido por qué trunfó en Buenos Aires, como fué ídolo en París, en España o en los Estados Unidos. Tenía un metal de voz insuperable. Cuando se lo escuchaba se tenía la impresión de que su espíritu entraba vigoroso y suave en el público. Y aunaba a ese don con que lo dotó la naturaleza, su gran alma de artista.

Por eso la mas insignificante de sus canciones llegaba rotundamente hasta la emoción colectiva. Contagiaba su pasión por el tango, por todo lo nuestro. Y triunfó porque fué hombre y artista excepcional. por imperio de su voz, por virtud de su arte, por la bondad de su corazón, que jamás supo de sentimientos mezquinos."

Hace desfilar recuerdos con su memoria y enhebrando anécdotas nos quiere dar Corsini la semblanza de Gardel.

- "En 1927 -nos cuenta- actuamos juntos en el teatro Cómico. El cantaba algunas canciones como fin de fiesta, mientras yo, actuando en el elenco con "Facha tosta"(1), de Novión, debía interpretar "Caminito", que recién se estrenaba. Cuando lo cantaba, el mejor aplauso salía siempre de sus propias manos. Y al esconderme tras las bambalinas, finalizada la labor, me abrazaba alborozado, feliz de mi éxito.

Quisiera que ustedes y el público no interpretaran mal el sentido de mis palabras. Pero les juro que nunca sentí tan plenamente el valor del halago popular como cuando el aplauso era logrado allí donde cantaba también el mas grande de los cantores argentinos."

Un gesto de Gardel

- "Después comenzaron las mas grandes etapas de su consagración inigualada. Debimos separarnos, amigos cordiales, con una amistad como no la he disfrutado otra vez en este ambiente donde los dos actuamos. Y volvimos a encontrarnos en 1931. Regresaba Carlitos de Europa, exactamente en una época en que yo me sentía disminuido, enfermo. En Corrientes y Esmeralda, como si hubiese querido darnos la ciudad su esquina mas porteña para el encuentro, nos vimos nuevamente. Se imaginarán la alegría de los dos. Quiso que tomáramos el copetín juntos, y al cabo de un rato notó mi desazon."

"Le confesé mi estado espiritual en dos palabras: - No se que es lo que me pasa. Canto dos o tres canciones bien, y en la cuarta ya noto mi voz oscurecida. Como si estuviese enfermo. Como si ya no pudiese seguir adelante. "

"Me llevó a su casa -prosigue el creador de La pulpera de Santa Lucía- y se mostró, en ella, todo el gran corazón que era Carlitos. De entre sus maletas, buscando afanosamente, sacó primero un inhalador y después un frasco:

- "Con esto me curo cuando no me siento bién. Llevátelo. Es tuyo, Y ya verás como en una semana sos otro hombre".
"A mi, que si se quiere era su rival, a mi que hubiera significado para quien no tuviera su alma, un enemigo, me daba el único remedio que tenía para curarse. Un gesto que solo él podía tener. Estoy seguro que esa noche Carlitos debió dormirse feliz. Debió sentir la alegría enorme que experimentaba cuando podía remediar una tristeza, aliviar una pena"

Ese gesto, agregamos nosotros, con Ignacio Corsini, con el hombre que un día, en Montevideo, de regreso de una jornada amarga en el hipódromo, cuando sus amigos temían por su actuación inmediata, le hizo exclamar sincera, amistosamente:
"¿Que no voy a poder cantar? Cantaré mejor que nunca, porque allí, en el palco, está mi amigo Corsini, el único que me hace sombra en Buenos Aires."

Y la mejor canción de esa tarde fue dedicada a Corsini, que era, en el sentir amplio y puro de Carlitos Gardel, el mejor amigo. Quizá porque necesitando emoción, alguna vez la logró generosa y romántica en alguna canción triste del "único que le hacía sombra"...

Sobre el primer encuentro entre Gardel y Corsini. Aclaración del Blog

Creemos imprescindible hacer una aclaración respecto del primer encuentro entre el Caballero Cantor y el Zorzal Criollo. Si bien el cronista que reporteó a Ignacio Corsini en 1937, sitúa el lugar de ese primer encuentro en la Provincia de Santa Fe, en realidad no hay forma de poder corroborar si la informacion de Radiolandia en 1937 es totalmente fidedigna.

No podemos a ciencia cierta afirmar si el cronista publicó exactamente la informacion que le referenció Corsini en la entrevista, o si confundió los apuntes que tomó en su libreta, y a la hora de transcribir el reportaje modifico involuntariamente los datos. Recordemos que en aquellos tiempos los periodistas tomaban notas mientras sus entrevistados respondían sus preguntas, -obviamente no existían los grabadores de mano, y mucho menos los MP3-, para luego trascribir y volver a "armar" el reportaje en la redacción de la editorial.

En rigor a la verdad, existe una fuente mucho mas contundente al respecto. En efecto, en la pagina 19 de la biografía del Caballero Cantor, el Dr. Ignacio Corsini (h.), nos relata aquel encuentro, indicando a su vez que lo tomo de las "Memorias" manuscritas escritas por el Caballero Cantor:
" ... Alejado otra vez de los Podestá, en 1913 Corsini se lanzó a recorrer pueblos de Entre Ríos y la Provincia de Buenos Aires. Actuó en Bahia Blanca, en el circo ecuestre de Miguel Cassano, y allí se encuentra con Carlos Gardel, que también desarrollaba una gira artística. (Referencia manuscrita en las "Memorias" de mi padre). En esa ciudad del sur, ambos se cantan: el Morocho, dice "El Moro", y el rubio entona "El clásico". Se puede señalar que esa vez comenzó una "payada" singular entre dos grandes, y una amistad que sólo la muerte de Carlos había de tronchar..."

El propio Corsini rememoró aquel encuentro en una entrevista periodìstica concedida en 1954, señalando al respecto lo siguiente:
"... A Carlitos lo conocí en el año 1913, allá en Bahía Blanca, y desde entonces nuestra amistad jamás decayó. Por el contrario cada uno de nosotros estuvo siempre pronto para acudir en ayuda del que necesitara algo. Con Gardel procuramos siempre colocar a nuestro cancionero por encima de todos los intereses y por cierto que puedo asegurar que luchamos bastante para lograrlo."

En síntesis, sin duda debemos considerar esta última versión como la correcta, ya que proviene de primera mano del manuscrito que contenía las "Memorias" de puño y letra de don Ignacio Corsini, reproducidas por su hijo cuando escribió "Ignacio Corsini, Mi padre" (Ed. Todo es Historia - 1979, pag.19)

Nota del blog:
1:] "Facha Tosta" de Alberto Novión, obra estrenada en el Teatro Cómico por la compañía de Luis Arata, el 5 de Mayo de 1927. En dicha obra Ignacio Corsini interpreta el tango "Caminito". El miércoles 25 de junio de 1927, imprime en la cera el citado tango en los estudios de Max Glücksmann, con el acompañamiento de las guitarras de José María Aguilar y Rosendo Pesoa (Matriz 927, publicado en Disco Nacional Odeón Nº 18496 B).

Fuentes:
- Radiolandia 26/6/1937.
- Revista "La cumparsita" - Nª 38 - 3/6/1954
- Fabio Cernuda: http://www.ignaciocorsinigrabaciones.blogspot.com/
- Dr. Ignacio Corsini (h): "Ignacio Corsini, mi padre" - Editorial Todo es Historia. 1979

Nota: El artículo periodístico publicado en Radiolandia aquí transcripto fue publicado por Jorge Muscia en www. gardelweb.com y es reproducido con autorización y por cortesía de Jack Lupic, a quien agradecemos su gentileza.

Ignacio Corsini se hace presente en el Luna Park en homenaje a Carlos Gardel en 1957

Corsini rinde homenaje a Carlos Gardel en un nuevo aniversario

El día lunes 1º de Julio de 1957, Ignacio Corsini se hizo presente en un homenaje realizado para recordar a Carlos Gardel en el Luna Park, organizado por la "Cruzada pro momumento a Carlos Gardel".

La nota fue publicada en la revista “Mundo Radial”, tres días despues del memorable evento, el jueves 4 de julio.

Era pleno invierno y en la nota gráfica se lo ve al Caballero Cantor, sonriente y cordial, con el cabello cano, enfundado en un grueso sobretodo, con su echarpe al cuello echado sobre el hombro y sosteniendo por el ala su sombrero en la mano izquierda.

Habían transcurrido 22 años desde aquella oportunidad en que se presentara por última vez con sus guitarras en ese mismo estadio, para homenajear al Zorzal Criollo con su canto (acceder AQUI), y 8 años desde su definitivo retiro de la actividad artística (acceder AQUI) .

Por aquel entonces, ya retirado de toda actividad artística, Ignacio Corsini tiene 66 años de edad y, una vez mas se hace presente para recordar a su colega y amigo. Nos preguntamos que recuerdos y pensamientos habran transitado por su mente, aquella lejana noche de invierno de 1957, al dejar su casa de la calle Otamendi 676 con rumbo al Luna Park. Seguramente marchó acompañado por el eco de sus legendarias guitarras, susurrándole al oído historias de éxitos y triunfos pasados.

El texto de la nota periodística que reproducimos a continuación relata los pormenores del aquel memorable evento:

“En el Luna Park, se llevó a cabo el lunes último un gran acto de homenaje al inolvidable intérprete de nuestra canción ciudadana: Carlos Gardel. El mismo, organizado por la Cruzada Pro monumento a Carlos Gardel, contó con la presencia y actuación de celebrados intérpretes del tango, quienes al hacerse presente en el tablado levantado al efecto en el Luna Park, quisieron así asociarse al dolor que todavía persiste en el alma popular por la muerte del gran cantor.

Numeroso público se dio cita en el Luna y contribuyó así a que el homenaje preparado alcanzara la brillantez y solemnidad que habían pensado sus organizadores.

De esta manera, pues, Carlos Gardel fue recordado, entre el acorde de los bandoneones y la presencia del pueblo que una vez mas no quiso estar ausente cuando se mencionara el nombre de su ídolo”

Fuente: Mundo Radial - 4/6/1937.

Nota: El artículo periodístico publicado en "Mundo Radial" que hemos transcripto entre comillas, fue publicado por Jorge Muscia en www. gardelweb.com y es reproducido con autorización y por cortesía de Jack Lupic, a quien agradecemos su gentileza.

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